El Real Madrid se despide de 2022 con una dura derrota (92-86) ante Baskonia. El conjunto madridista vivió por momentos una pesadilla navideña en Euroliga ante los vitorianos, que con Marcus Howard infligieron un parcial descomunal al Madrid en el segundo cuarto, suficiente para marcar un partido que a partir de ahí dio muchas vueltas, con los blancos de vuelta, pero acabaría volviendo a este origen para darle el triunfo al equipo del Buesa Arena. Baskonia suma su undécima victoria consecutiva mientras el Madrid cae de un liderato múltiple en Euroliga… en el que se queda su verdugo.
Partido divertido donde los haya, con ambiente navideño en las defensas, por los regalos de ambos equipos en ciertos tramos de encuentro, y en ataque, con la exhibición anotadora de Marcus Howard pero también con la eficacia de Walter Tavares, el mejor del Real Madrid con permiso de unos notables Williams-Goss y Deck, culminada con un mate que ya es una de las jugadas de la temporada. Escandaloso el de Cabo Verde, pero insuficiente para un Madrid que echó de menos regularidad y la aportación de piezas ofensivas que venían aportando mucho más, caso de Musa o un casi inédito Llull.
El capitán no regresó a la pista tras la masacre baskonista del segundo cuarto, a la que llegábamos después de un primero igualado, que con mucha anotación de ambos lados caería del lado del Real Madrid. Los blancos consiguieron despegarse del luminoso en el comienzo del segundo, pero ahí Peñarroya lanzó al parqué a su arma de destrucción masiva y el partido iba a quedar hecho pedazos.
Marcus Howard, uno de los 25 mejores anotadores de la historia del baloncesto universitario en Estados Unidos, mostró su mejor cara, la imparable cara al aro, para con 21 puntos ajusticiar a un equipo que no sabía qué hacer para frenar al pequeño guard norteamericano. Fue un auténtico espectáculo que hacía alucinar incluso a sus compañeros, mientras en el banquillo del Real Madrid las caras eran mucho más largas. De derrota importante. De impotencia absoluta.
Remontada insuficiente del Madrid
Lo mejor que le podía pasar a los de Chus Mateo era el descanso. Tras él, energías renovadas y el dominio de Nigel Williams-Goss en la dirección. El estadounidense cuajó uno de sus mejores partidos en ataque en su etapa como jugador madridista, y junto a Deck y a Causeur fue haciendo menor y menor la distancia que Baskonia había construido al son de Howard. Giedraitis, muy acertado desde el triple, volvería a estirarla ya en un último cuarto en el que la igualdad volvía a reinar, sin valerle esto a los visitantes.
El Madrid remó hasta el final y peleó por una victoria que le mantuviera con los mejores en lo más alto de la Euroliga, pero lo que acabó llegando fue una derrota que despide el año y que confirma que Baskonia, con 11 triunfos consecutivos entre todas las competiciones, está por fin preparado para luchar de tú a tú con cualquier equipo, en España y en Europa.
