Semedo será jugador del Barça por 30 millones
El Barcelona ha atado al lateral diestro portugués Nelson Semedo por 30 millones de euros fijos más cinco en variables. El jugador de 23 años pertenecía hasta hoy a la disciplina del Benfica, pero un viaje relámpago de Robert Fernández ha terminado por cerrar una operación prioritaria para los culés, que no tenían un lateral de garantías desde la salida de Dani Alves.
El Benfica tasó en su día a Semedo cerca de los 50 millones de euros, pero ambos clubes han llegado a un acuerdo intermedio. El Barcelona ha tomado la iniciativa en este fichaje después de ver cómo el Arsenal le cerraba la puerta de par en par a la salida del ex canterano Héctor Bellerín.
Los culés firmarán por cinco temporadas a un lateral que acudió con Portugal a la Copa Confederaciones, pero que no alcanzó el puesto de titular. El jugador lleva dos temporadas como titular en el carril diestro del Benfica y apenas tiene una veintena de partidos europeos en su bagaje. Finalmente, los deseos de Robert se han impuesto a los de Ernesto Valverde, quien había solicitado la incorporación del internacional español César Azpilicueta.
Lo último en Deportes
-
Asesinan en la guerra de Ucrania a un doble campeón de Europa de halterofilia
-
Un jugador de Estudiantes sufre un terrible accidente cuando triplicaba la tasa de alcoholemia permitida
-
La sorprendente nueva profesión de Paul Pogba tras ser suspendido cuatro años por dopaje
-
La brutal pelea entre padres durante un partido de niños en Cataluña que indigna al fútbol español
-
Rivaldo ataca a Xavi por la gestión con Vitor Roque: «Ahora creen que no será útil para el club»
Últimas noticias
-
Elon Musk tras reunirse de nuevo en EEUU con Javier Milei: «Recomiendo invertir en Argentina»
-
Illa evita aclarar si pactará con Puigdemont mientras Vox y PP dicen que es «un partido separatista más»
-
Los OK y KO del martes, 7 de mayo de 2024
-
El PSC ganará, el separatismo no tendrá mayoría e Illa necesitará a ERC o Junts para gobernar
-
Illa gana, pero el empuje de Puigdemont complica aún más el laberinto catalán