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EL CANTERANO ESPERARÁ SU MOMENTO

Marcos Llorente no tiene prisa

Marcos Llorente no tiene prisa. El mediocentro sabe donde está. Posiblemente, pocos conocen la casa blanca como él. Por sus venas corre la sangre de una larga saga de madridistas. Su padre, sus tíos, su abuelo —Ramón Grosso—y su tío-abuelo Paco Gento defendieron la camiseta blanca y han inculcado al joven lo difícil que es triunfar en el Santiago Bernabéu. Por ello, desde la calma y la tranquilidad, Marcos quiere demostrar poco a poco a Zidane que está listo para tener un sitio.

Llorente debutó en partido oficial esta temporada frente al Deportivo de La Coruña en el primer partido de Liga. Tras no ser convocado en la Supercopa de Europa ni en los dos encuentros de la Supercopa de España ante el Barcelona, Zidane le incluyó en la lista para viajar a Galicia y le dio la oportunidad de disputar 18 minutos. El madrileño entró con el partido decidido, aunque mostró todas las ganas del mundo para empezar a opositar a una posición.

Marcos no ha tenido un verano sencillo. En cuanto terminó la final del Europeo sub-21, donde fue titular indiscutible en la medular, comenzó a pensar de blanco, aunque siempre con la duda de cumplir su sueño de toda la vida o salir en otra cesión que le garantizase minutos. Ser o no ser. El deseo o la coherencia para no estancar su progresión. Y en medio, clubes como el Chelsea, Mónaco, Atlético de Madrid o, incluso, el Barcelona llamando a su puerta. Con una apetitosa cláusula de 50 millones euros muchos grandes continente no han dudado en sondear a su entorno. Pero es que Llorente es muy madridista y el «que más interés siempre ha mostrado ha sido el Madrid».

Por ello ha decido apostar por su sueño. Nueve años en la entidad de Concha Espina, con un año de Erasmus en Vitoria, eran suficientes para intentarlo. Y así ha sido. Marcos seguirá, lo intentará y, si tiene un poco de fortuna, lo conseguirá.

Jugar de central, una opción real

Además, Marcos Llorente cuenta con la ventaja de su polivalencia. Zidane le conoce perfectamente y sabe que es mucho más que un mediocentro. Puede jugar donde Kroos, donde Casemiro y en el centro de la defensa. En momentos de necesidad, Zizou sabe que puede retrasar a Llorente a la posición de central.

En La Fábrica ha actuado varias veces en esa posición. Primero en su etapa juvenil, donde Fernando Morientes le puso de central ante las bajas que había en la defensa. Lo mismo hizo Zidane cuando era entrenador del Castilla y contaba con Llorente en su equipo.