Kvyat o cómo resucitar tras su descenso a Toro Rosso

Las jornadas posteriores al Gran Premio de Rusia de Fórmula 1 fueron un calvario para Daniil Kvyat. Después de la lluvia de críticas que le supuso llevarse por delante a Sebastian Vettel en los primeros compases de su carrera de casa, Red Bull decidía robarle su asiento para dárselo a Max Verstappen, degradando a Kvyat a Toro Rosso, de dónde ya había ascendido a principios de 2015. Este movimiento hundió al piloto en una espiral de negatividad que se vio agrandada por los buenos resultados obtenidos por Carlos Sainz.

Consciente de que su carrera como piloto de Fórmula 1 estaba en riesgo, Daniil Kvyat decidió poner remedio al asunto mediada la temporada. Pasado el parón del verano, vimos poco a poco el resurgir del piloto ruso, que si bien no tiene la estrella de los más grandes, es más que aprovechable para los equipos de la zona media de la parrilla.

“Me propuse darlo todo para no arrepentirme de nada. Antes del parón de verano iba al circuito, pilotaba y nada más. Después volví con una dedicación del 120%, trabajé para extraer lo mejor del coche y todo comenzó a salir mejor”, ha dicho Kvyat.

El resultado de esta demostración de fortaleza mental no ha sido otro que el de la renovación de Daniil Kvyat con Toro Rosso para la temporada 2017, a pesar de la amenaza que suponía la presencia de jóvenes pilotos del programa de Red Bull como alternativas. “Es un alivio saber dónde vas a empezar la temporada. Seguir en Toro Rosso el año que viene es muy bueno y nos conocemos mucho. Tenemos que seguir trabajando duro”, ha finalizado un Kvyat que es consciente de que una buena temporada le puede abrir puertas que ni ahora mismo espera fuera del cobijo del equipo energético.