Curiosidades

Datos desconocidos sobre el pene

Muchos hombres no paran de hablar (y presumir de él), pero es bastante probable que no lo conozcan en profundidad. Porque, al igual que sucede con el clítoris, el pene suele ser un misterio tanto para hombres como para mujeres y muchas veces las ideas preconcebidas están muy alejadas de la realidad. Para arrojar un poco de luz sobre el tema, la marca de juguetes eróticos de lujo LELO quiere descubrirnos estos cuatro datos desconocidos y asombrosos sobre el pene.

No es un músculo

Contrariamente a la creencia generalizada, el pene, por sí mismo, no es un músculo. Es cierto que en su cara interior se encuentran algunos tejidos musculares y algunos músculos que intervienen directamente en procesos como la erección o la eyaculación, pero esto no le confiere a este órgano la naturaleza de músculo.

Por lo general los hombres tienden a obsesionarse con el pene, aunque únicamente lo reducen a un único aspecto: el tamaño

Es más grande de lo que parece

Al igual que el clítoris, el miembro masculino también tiene una parte interna. Su cara externa representa únicamente alrededor del 50% del tamaño real, de ahí que lo que ves es sólo la mitad de lo que tienes. El pene, como órgano, comienza dentro del cuerpo, cerca de la próstata y termina en el glande, que se sitúa al final de su parte visible.

Piensa por sí mismo

A pesar de que en un principio es un chascarrillo recurrente, la ciencia demuestra que esta afirmación es más veraz de lo que parece. Cuando se producen erecciones en situaciones no propicias o durante las horas de sueño se debe a la autonomía de este órgano sexual. Esto se produce porque el pene responde al sistema nervioso simpático que no está siempre bajo control consciente, de ahí que muchas veces no ocurra de manera voluntaria o deseada.

Puede partirse (literalmente)

Aunque poco frecuente (alrededor de 1 de cada 100.000 hombres lo ha padecido), es posible que el pene llegue a ’fracturarse’. Dado que no tiene hueso, se produce un traumatismo debido a la ruptura de la túnica albugínea, esa capa gruesa que envuelve su estructura. Las principales causas por las cuales se puede producir este traumatismo están asociadas a prácticas sexuales o masturbaciones demasiados agresivas. No obstante, los hombres pueden estar tranquilos, ya que el 92% se recuperan del traumatismo.