A pesar de estar cubierta de una inmensa capa de hielo, que las temperaturas pueden llegar a alcanzar -89,2ºC y que es el continente más despoblado del mundo, hay muchos motivos por los que viajar a la Antártida se ha convertido en un sueño. Es una gran desconocida, en parte porque su existencia se descubrió hace unos 400 años gracias al testimonio de cazadores de focas. Pero no fue hasta el siglo XIX cuando se empezaron a programar expediciones. A día de hoy son las agencias más exclusivas las que organizan viajes a este continente. Te descubrimos todo lo que tienes que saber para unirte a una expedición.
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La Antártida se rige por un tratado que fue firmado en 2017 por 53 países, entre los que se encuentra en España. Es por este motivo que no se necesita un visado, pero sí un permiso para viajar a este continente.
El verano austral (entre los meses de noviembre y marzo) es el único momento del año en el que es viable viajar a la Antártida, es cuando se disfruta de 20 horas de luz y las temperaturas son algo más cálidas. Los meses de febrero y marzo son el mejor momento para ver ballenas, y en noviembre es el idóneo para contemplar la quiebra del hielo. Así que mejor que vayas reservando ya.
Expediciones
La agencia Aurora Expeditions ya ha anunciado su nueva temporada en la Antártida. Un total de doce salidas en dos barcos especialmente diseñados para atravesar aguas de hielo. Esta vez ha programado dos itinerarios: uno de 9 días y otro de 18 días.
La belleza de la Antártida es única: lagos subglaciales, cordilleras sumergidas en el hielo, desprendimientos de glaciares… Allí no hay etnias ni comunidades. La única civilización es científica.
A la Antártida se suele llegar en barco desde Ushuaia (Argentina) y una vez allí se navega en un confortable crucero rompehielos por el mítico Paso de Drake. Se visitan las Islas Shetland del Sur y la península Antártica.
La agencia de viajes Catai ofrece una experiencia diferente que combina vuelo y navegación. «Nos permite llegar en menos de dos horas de vuelo desde Punta Arenas hasta la Isla Rey Jorge, a las puertas del Continente Blanco», explican desde la agencia, que así se evita navegar el Mar de Drake, «conocido por ser uno de los más impetuosos de la Tierra».
