El veranillo de San Miguel siempre llega de la mano del otoño y, para aquellos que no lo conozcan o no estén familiarizados con ello, es un episodio climatológico característico de la península que se manifiesta generalmente los últimos días de septiembre, coincidiendo con la festividad de San Miguel Arcángel. En resumidas cuentas, es el momento perfecto para disfrutar de los últimos atisbos del verano, con un calor que va desapareciendo, dando la bienvenida al entretiempo y, por ende, al frío. Es la ocasión perfecta para hacer una de esas escapadas rurales y estos son nuestros lugares favoritos.
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Un refugio en Asturias
El objetivo es vivir la naturaleza en su puro esplendor y este espacio en el corazón de los parajes verdes asturianos es perfecto. Entre árboles y un paisaje singular, esta cabaña de lujo se posiciona como una de nuestras favoritas y tiene todo lo necesario para pasar un fin de semana de desconexión en pareja. Sus ventanales ayudan a que la luz natural inunde el espacio y la madera cobra protagonismo en cada esquina. Desde leer un libro con vistas a la naturaleza o darte un baño con una imagen incomparable, lo idílico del lugar te conquistará y parecerá que estás en un cuento de otoño.
Escapadas en familia
Es momento de despedir el verano a lo grande y cerrar la época estival del 2025 con recuerdos en familia. Llegar a este lugar es contemplar un refugio en plena naturaleza, donde sólo existen las mejores amenidades y el tiempo se detiene. Esta construcción de piedra alberga un gran salón, en el que se pueden disfrutar de momentos en familia, hecha con materiales propios de la zona como la piedra seca, la madera y el mortero de cal. En el exterior cuenta con un área social, en la que poder disfrutar de una barbacoa de fin de semana, y una piscina en la que aprovechar los últimos atisbos de calor.
La belleza de Galicia
Las tierras gallegas no son sólo conocidas por tener una excelente gastronomía del mar, sino que sus parajes son únicos y su cultura se respira, además de en las calles, en su arquitectura. En el exterior se puede disfrutar de más de 15.000 metros cuadrados de parcela, en la que se encuentran viñedos, huertas y varios jardines de hierba natural. Cuenta con cuatro habitaciones, perfecta para hacer una de esas últimas escapadas del veranillo de San Miguel con amigos a un lugar donde se respira lujo, naturaleza y recuerdos asegurados.
Veranillo de San Miguel en Alicante
Si quieres dar el último adiós al verano en la Costa Blanca, este es el lugar perfecto. Rodeado de almendros, olivos y árboles frutales, encontramos una pequeña finca donde el verano es eterno. Simplemente con mirarla, es algo que nos queda claro. La madera se acompaña de esos maravillosos suelos de losa y en su conjunto se respira un ambiente único, donde la época estival es eterna. Amplitud es la palabra que mejor lo describe y no hay una mejor manera que comenzar una nueva estación en su terraza, con baños nocturnos y música para envolver el momento.
