No se puede hablar de Gerona sin llevar de la mano el nombre Roca. Responsables de haber puesto en el mapa (no solo gastronómico) la ciudad, los hermanos de uno de los grandes clásicos de la alta cocina española nunca han parado de crear nuevos conceptos más allá del icónico Celler. Entre sus últimas creaciones está Normal.
Con los pies en la tierra, buscando ofrecer una cocina cotidiana, se podría describir Normal como un espacio consagrado a esa comida de siempre, a guiños populares como encurtidos caseros o recuerdos de la propia familia como el bocata de riñones al Jerez que tomaban de niños.
Palabras mayores son su arroz de pichón, una caballa con ajoblanco o un pato confitado a los que sumar los deleites dulces que nunca pueden faltar con el apellido Roca. Por ejemplo, en la carta no falta el postre lácteo de Jordi Roca trasladado a un flan de leche de oveja. Claro que las propuestas irán cambiando con la temporada o el mercado.
Sea como sea, lo que no se mueve es la exquisita decoración llevada a cabo por Andreu Carulla, que se estrena como interiorista.
Unido profesionalmente a los hermanos Roca desde 2009, el actual Director Creativo de El Celler de Can Roca no sólo ha conceptualizado el diseño interior del espacio. También ha diseñado y elaborado, en colaboración con artesanos locales, muchas de las piezas de mobiliario e iluminación.
Con materiales nobles, colores neutros y líneas convencionalmente mediterráneas, Normal refleja lo natural pero con excelsa elegancia. Porque aquí lo que da el toque son los detalles, como sus baldosas artesanales o la luz cálida de unas lámparas de barro diseñadas por Carulla.
El resultado es un espacio íntimo y cercano, con capacidad para 50 comensales, que huye de lo estridente para resaltar cuán bella puede ser la normalidad.
Antes de Normal la familia Roca ampliaba territorio con el Bar Cacao, frente al hotel Casa Cacao, una oda donde rendirse al chocolate con todos los sentidos. Se suma así a la casa de sus padres, Can Roca; Mas Marroch y El Celler.
