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dictadura lingüística

El PSOE de Palma asume el dogma del independentismo catalanista: «El catalán necesita protección»

Así figura en la ponencia del congreso de los días 18 y 19 en el que el alcalde Hila será reelegido secretario general

Instan a promover su aprendizaje y uso en todos los ámbitos, inmigrantes, comerciantes y medios de comunicación

El PSOE balear destina 5,2 millones a chiringuitos independentistas que promocionan el catalán

  • Indalecio Ribelles
  • Redactor de OKBaleares, información local de Palma, social y política. Antes, redactor en EL MUNDO/ Baleares durante 20 años.

Después de casi siete años gobernando en la capital balear en coalición con los secesionistas de Més per Mallorca y Podemos, los socialistas de Palma, liderados por el alcalde, José Hila, hacen propio el principal dogma de las formaciones independentistas catalanas, desterrando el castellano de todo el ámbito de la administración municipal, y pontificando que «el catalán necesita especial protección».

Así figura en la ponencia marco del octavo congreso que el PSOE de Palma celebrará los días 18 y 19 de la próxima semana, que reelegirá por segunda vez al actual primer edil palmesano como secretario general, y candidato por tercera ocasión consecutiva, a la Alcaldía para las municipales de mayo de 2023. 

Un documento en el que esta formación se aleja definitivamente del bilingüismo y de la población castellano hablante de la capital balear, en el que no se cita ni en una sola ocasión la palabra español, ni la lengua castellana, aunque se reconoce que «Palma es capital de una comunidad bilingüe».

Sin embargo, y en consonancia con la política monolingüista en favor del catalán impuesta en Palma por su coalición de gobierno con independentistas y Podemos, se afirma que «la lengua catalana, histórica de nuestra tierra, necesita una especial protección, porque corre el peligro de caer cada vez más en desuso».

Aunque es el español el que ha quedado totalmente desterrado desde 2015 en la enseñanza, sanidad y en todos los ámbitos de la Administración en Baleares, el PSOE de Palma considera que la que «hay que preservar es la lengua catalana y en todos los ámbitos de la vida pública. Por eso debemos trabajar para preservarla, porque forma parte de nuestra cultura y de nuestro patrimonio».

«Debemos facilitar su aprendizaje a recién llegados, y fomentar su uso en todos los ámbitos, desde la administración pública, hasta los comercios o medios de comunicación».

Estos pilares ideológicos de los socialistas de Palma, alejados de la población que reside en barrios de inmigrantes peninsulares que tienen en el castellano su lengua habitual de uso e intercambio, están en línea con lo ocurrido el pasado mes de enero. En concreto en la entrega de los galardones literarios Ciutat de Palma, sólo para autores en catalán, donde el primer edil socialista, no tuvo una sola mención para los vetados escritores en castellano. Pese a ello afirmó que la cultura «es un poderosísimo instrumento para contrarrestar la voz de los que discriminan», sin esbozar un mínimo sonrojo. 

Además de la defensa a ultranza del catalán, y en línea con el discurso de Més y Podemos, los socialistas de Palma continúan con su apuesta por seguir profundizando en su visión, arbitraria y unilateral, de la denominada memoria histórica.

En este sentido apuestan por «ofrecer reparación, dignidad y justicia para todas las víctimas de la Guerra Civil y del franquismo», ya que a su juicio, «no podemos avanzar si no cerramos las heridas históricas». En la ponencia aprovechan la ocasión para subrayar que, este compromiso, «también supone preservar la democracia frente al totalitarismo que se está volviendo a instaurar en esta época, en la que las crisis sanitaria, económica y de valores, y está dando alas, a discursos populistas de ultraderecha».

Aunque la batalla ya la ha perdido en los tribunales el Ayuntamiento de Palma, el PSOE de la capital balear, se empecina con «agotar todas las vías jurídicas para derribar las rémoras del franquismo, como por ejemplo el monumento de la Feixina», de homenaje a las víctimas del crucero Baleares que fue despojado de todo vestigio de la dictadura por la exalcaldesa socialista, Aina Calvo, en 2010.