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El Govern inicia el proceso para construir tres nuevas desaladoras con las que abastecer a 60.000 personas

Estas infraestructuras estarían ubicadas en Menorca, Mallorca e Ibiza

El objetivo es la recuperación de los acuíferos de Baleares y no depender de la meteorología

El Govern de la popular Marga Prohens ha iniciado el expediente para que la Agencia Balear del Agua y la Calidad Ambiental (Abaqua) haga los estudios preliminares para la construcción de tres nuevas desaladoras en Menorca, Mallorca e Ibiza, con las que se podría abastecer a unas 60.000 personas.

El conseller del Mar y del Ciclo del Agua, Juan Manuel Lafuente, ha asegurado que el objetivo de estas infraestructuras es la recuperación de los acuíferos de Baleares y no depender tanto de la meteorología. Ha reconocido que la situación del suministro del agua en el archipiélago es «complicada» y ha subrayado que la Administración debe tener una planificación a medio y largo plazo que «garantice el abastecimiento de agua a la población».

Esta iniciativa tiene como objetivo evaluar soluciones para reforzar el suministro en zonas con problemas de calidad y cantidad de agua, como el sudeste de Mallorca, el este de Menorca y el sur de Ibiza. El conseller ha comparecido acompañado por el director general de Recursos Hídricos, Joan Calafat, y el gerente de Abaqua, Emeterio Moles.

El dimensionamiento final de estas infraestructuras será determinado por los estudios de la Dirección General de Recursos Hídricos, el organismo encargado de la planificación de los recursos en Baleares.

Más allá de reforzar el suministro de agua, este estudio pone el foco en la recuperación de los acuíferos, un objetivo «clave» dentro de la planificación hidráulica vigente.

La recuperación no se limita a la calidad del agua, sino también a la cantidad para «asegurar un equilibrio entre extracciones y recarga natural que frene la intrusión salina», han indicado. «Con este estudio, se da el primer paso para definir las mejores soluciones adaptadas a cada isla, con el fin de garantizar un abastecimiento de calidad y reducir la presión sobre los recursos naturales», ha manifestado.

Escasez de reservas

Lafuente ha puntualizado que la puesta en marcha de estas infraestructuras es especialmente relevante frente a la escasez de reservas, la ausencia de pluviometría y el empeoramiento de la calidad de las aguas subterráneas destinadas al abastecimiento humano.

Con la nueva desaladora de Mallorca se busca garantizar la potabilidad del suministro en la zona del Llevant y Es Pla, donde la calidad del agua ha obligado a muchos municipios a decretar el incumplimiento de parámetros y la no aptitud para el consumo humano.

De este modo, se priorizará la atención al déficit de recursos en el Llevant de Mallorca, especialmente en la franja que va de Ses Salines a Artà, además de los municipios del Pla de Mallorca. A falta de estos estudios de la demanda, Calafat ha estimado que la capacidad de la nueva desaladora de Mallorca podría rondar los ocho o nueve hectómetros cúbicos.

La de Menorca tendría una menor capacidad y rondaría los tres hm3 y esta instalación estaría orientada a mejorar la calidad del suministro en Maó, Sant Lluís y Es Castell, principalmente. Al mismo tiempo, se trata de asegurar la recuperación de las aguas subterráneas y garantizar el abastecimiento.

Una de las motivaciones para impulsar esta nueva desaladora de Ibiza es que las reservas subterráneas de la isla están en un mínimo «preocupante», por lo que la nueva planta pretende satisfacer la demanda actual con recursos no convencionales y reducir al máximo las extracciones.