Salen a flote residuos químicos y sólidos en el entorno de la Albufera ocho meses después de la DANA
Se estima que se produjeron entre 800.000 y 1.500.000 toneladas de residuos, casi el equivalente a todo un año en la región valenciana o el 11 % de lo producido en todo un año en España
Detectados por una organización ecologista que pide el incremento de medios para la limpieza, la descontaminación y la recuperación
Los residuos que habían quedado sepultados tras la DANA vuelven a emerger en un momento crítico en que los arrozales se están inundando para la siembra del arroz


Nueve meses después de la fatídica DANA que asoló la Comunidad Valenciana vuelven a aparecer residuos inesperados en el entorno natural de la Albufera, unos restos que también siguen estando en otros puntos de la región afectada a pesar de los tremendos esfuerzos de las autoridades.
Los efectos de la DANA en la Comunidad Valenciana siguen viéndose, un impacto que produjo un evento climático natural sin precedentes, que los científicos viene detectando, observando efectos en el Parque Natural de la Albufera de Valencia, un enclave situado a tan sólo 10 kilómetros de la ciudad.
A la Albufera de Valencia llegaron tras la DANA numerosos residuos sólidos, incluidos coches y electrodomésticos, pero también contaminantes procedentes de zonas industriales, alcantarillado y estaciones depuradoras desbordadas. Residuos que, a falta de estudios más consolidados, también pusieron en peligro la biodiversidad y la producción agrícola.
Aceleración del envejecimiento de la Albufera
La primera constatación del aumento de sedimentos por el aporte de todo tipo compuestos y elementos naturales y artificiales se ha traducido en que se han añadido «aproximadamente seis centímetros que se han añadido tras la DANA del 29 de octubre, equivalen a treinta años de sedimentación con la tasa habitual de sedimentación del lago».
Sin embargo, a nivel general, para hacer frente al problema de la acumulación de residuos tras las inundaciones, la Generalitat impulsó un plan de choque extraordinario que está permitiendo la retirada de enseres y voluminosos de los municipios, así como la creación de nuevos espacios para gestionarlos, como los Puntos de Acopio Local y los Puntos de Transferencia.
Se estima que se produjeron entre 800.000 y 1.500.000 toneladas de residuos, casi el equivalente a todo un año en la Comunidad Valenciana o el 11% de lo producido en todo un año en España.
Tratamiento de residuos
Desde el gobierno regional se afirma que «para gestionar estos residuos, se ha trabajado de forma ininterrumpida vaciando los puntos cercanos a los cascos urbanos y trasladando los residuos a los puntos de transferencia con el propósito de minimizar el impacto ambiental y sanitario».
El objetivo de la fase final del plan impulsado por la Generalitat consiste en la eliminación progresiva de los puntos de transferencia en Quart de Poblet/Manises, Catarroja y Picassent, en donde se han acumulado y tratado los residuos antes de su traslado al vertedero.
El contrato ratificado por el Consell se ha licitado en tres lotes, cada uno de los cuales gestiona el tratamiento de 250.000 toneladas de residuos, cantidad que se suma al trabajo realizado por otros gestores públicos como la Entidad Metropolitana para el Tratamiento de Residuos (EMTRE).
Residuos en La Albufera
Sin embargo, a pesar de los tremendos esfuerzos, la envergadura de lo ocurrido deja muchos puntos que todavía siguen siendo foco de acumulación de residuos como lo que ha ocurrido en el espacio protegido de la Albufera.
Y en todo este escenario aparecen los grandes protagonistas de la DANA, los voluntarios, las asociaciones sin ánimo de lucro y las ecologistas para luchar contra esta contaminación con recogidas en cualquier punto afectado.
Residuos químicos y sólidos
La organización Acció Ecologista Agró (AE-Agró) ha alertado de la reaparición en el entorno de la Albufera, concretamente en los campos de Massanassa y Catarroja, de residuos químicos y sólidos de la DANA del pasado 29 de octubre que habían quedado soterrados y que han salido a la superficie, coincidiendo con la campaña de preparación de los arrozales, y han quedado expuestos tanto en las parcelas como las acequias de riego.
«Estos hallazgos se producen en un contexto ya crítico para la Albufera, la biodiversidad de la cual sufre las consecuencias de décadas de eutrofización y aportación de nutrientes. Reducir la carga de contaminantes continúa siendo una de las medidas prioritarias para evitar que su degradación avance», ha expuesto en un comunicado el colectivo ecologista.
Intervención inmediata
Esta entidad ha pedido la «inmediata intervención» de la administración autonómica ante esta situación y ha exigido a la Consejería de Medio Ambiente, Infraestructuras y Territorio que «incremente de manera inmediata» también «los recursos humanos, técnicos y presupuestarios destinados a la limpieza, descontaminación y recuperación del parque» natural.
«La capacidad de los municipios afectados es claramente insuficiente para afrontar la magnitud del problema. Consideramos que la administración autonómica tiene que liderar y coordinar un dispositivo extraordinario que asegure la retirada de residuos, la descontaminación de sedimentos y la restauración ecológica de las zonas impactadas», ha manifestado AE-Agró.
Contaminación sepultada
La asociación ha marcado como «aspectos prioritarios a abordar: la aparición de contaminantes sepultados que regresan a la superficie en un momento crítico, puesto que se están inundando los campos para la siembra del arroz».
Así mismo, se han fijado en «el comportamiento de las acequias que actúan como corredores de dispersión de los residuos hacia la laguna; y el impacto que tiene la continuada presencia de contaminantes sobre la biodiversidad y sobre la capacidad del humedal para prestar servicios ecosistémicos esenciales de adaptación al cambio climático».
La organización ecologista ha indicado que el pasado 12 de junio se dirigió a la Subdirección General de Espacios Naturales Protegidos y Vida Silvestre, dependiente de la citada consejería, para trasladarle «los avances y también algunos de los conflictos que están surgiendo en la retirada de residuos de la Albufera».
Residuos sepultados
Así, AE-Agró ha denunciado «la reaparición de residuos que habían quedado sepultados» tras la DANA «y que vuelven a emerger en un momento crítico en que los arrozales se están inundando para la siembra del arroz».
La asociación ha recordado que por su presencia en este parque natural y por su «compromiso con la conservación de la naturaleza», en noviembre, tras las inundaciones provocadas por la DANA, coordinó trabajos de limpieza en varias zonas de marjal de la Albufera.
Ha señalado que en los voluntariados que convocó participaron más de 600 personas y ha destacado que se consiguió retirar, en caso de restos plásticos, 6 toneladas de residuos.
Descontaminación
Igualmente, AE-Agró ha comentado que a finales del pasado mes de enero, tras quitar los restos voluminosos y para «empezar las tareas más minuciosas y peligrosas relacionadas con la eliminación de tóxicos», inició una campaña de descontaminación profesional del marjal junto con la Koordinadora de Jóvenes del Parke Alkosa y la Kooperativa Los Trasteros.
La entidad ha agregado que a primeros de año y durante mes y medio brigadas contratadas estuvieron trabajando al término municipal de Massanassa. Ha dicho que esta fue «una ardua tarea que después de pararse para buscar financiación, se ha podido retomar gracias a la generosidad de donantes», al tiempo que ha destacado que ahora «la brigada, conformada por unas seis u ocho personas se encuentra eliminando medicamentos y otros productos de elevada toxicidad que permanecen todavía en la Albufera».
No obstante, AE-Agró ha considerado, a pesar de los «esfuerzos» hechos desde esta organización y desde las brigadas del parque natural que han recogido y gestionado estos residuos tóxicos, que «el estado de la Albufera continúa siendo grave» y que «todavía queda mucho de trabajo de retirada de residuos para hacer».
Falta de servicios y lentitud
El colectivo ecologista ha señalado que el escrito remitido a la Subdirección General de Espacios Naturales Protegidos y Vida Silvestre hace una exposición de todas estas cuestiones y «de algunos de los problemas que están surgiendo y requieren la actuación inmediata de la consejería».
En esta línea, ha expuesto que «la falta de servicios o la lentitud en retirada de la basura apilada entorpece el trabajo desarrollado por la brigada del Parke Alkosa, impidiendo la realización de los trabajos de limpieza en determinadas zonas que presentan una accesibilidad dificultada». Igualmente, ha lamentado «la falta de comunicación y coordinación por parte de las administraciones».