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Los pagos con tarjeta revelan que el cambio climático afecta al turismo en España

Un estudio de CaixaBank Research refleja que el gasto turístico disminuyen en las zonas más cálidas y durante las olas de calor

Pagos con tarjeta cambio climático
Los pagos con tarjeta revelan un gasto turístico más lento en las zonas más cálidas de España
Antonio Quilis Sanz
  • Antonio Quilis Sanz
  • Periodista especializado en información medioambiental desde hace más de 20 años y ahora responsable de OKGREEN en OKDIARIO. Antiguo director de El Mundo Ecológico y colaborador en temas de medioambiente, ecología y sostenibilidad en Cadena Ser.

Los pagos con tarjeta se han convertido en una nueva manera de medir el impacto del cambio climático en el sector turístico en España, datos que revelan el comportamiento de los consumidores a la hora de gastar cuando las temperaturas suben.

Es la principal conclusión que se desprende del análisis sectorial que ha realizado CaixaBank Research firmado por el economista David Cesar Heymann que, a partir de «datos anonimizados de pagos con tarjetas en los TPV de CaixaBank, se monitoriza si se registran cambios en el gasto turístico por la temperatura».

El propio Heymann destaca que «hemos observado que las zonas más cálidas de España tuvieron un crecimiento del gasto turístico más lento entre las temporadas altas de 2019 y de 2023. También analizamos cómo cambia el patrón de gasto de los turistas durante las oleadas de calor».

El reto del turismo ante el cambio climático

El estudio, titulado El impacto del cambio climático en el turismo en España: análisis y perspectivas, reseña que el cambio climático es uno de los grandes retos a los que se enfrenta el sector turístico español, el 12% del PIB, y hace mención al informe de la Unión Europea que identifica algunas zonas de  nuestro territorio entre las regiones europeas en las que el turismo es más vulnerable a este fenómeno.

El propio análisis alerta de «la necesidad de que el sector turístico tenga en consideración el riesgo climático y que se prepare para un futuro con temperaturas más extremas».

Con los datos de las tarjetas en los TPV de CaixaBank se observa «que las zonas más cálidas del país tuvieron un crecimiento del gasto turístico más lento entre las temporadas altas de 2019 y de 2023» y, además se detecta que durante las olas de calor del verano de 2023 muestran que los turistas reducen su gasto en las franjas horarias más calurosas.

Menos calor igual a más consumo

Se afirma en el estudio que «existe una correlación negativa entre el crecimiento del gasto turístico y la temperatura media en verano de 2023. Es decir, el gasto turístico ha crecido más en los municipios menos cálidos de España».

Las cifras demuestran que en particular, el gasto turístico creció cerca del 45% en los municipios que registraron temperaturas medias más bajas, por debajo de 17 grados. En cambio, el gasto turístico creció en torno del 25%-35% en los municipios con temperaturas medias más elevadas, por encima de 23 grados.

Gasto turístico durante las olas de calor

No sólo se fijan en las zonas más cálidas, además se ha comprobado que hay un cambio de patrón de gasto de los turistas durante las oleadas de calor, en un 2023 que fue el año más caluroso del planeta y que en España fue extremadamente cálido y muy seco, tal y como se desprende del informe realizado por la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO).

Tanto es así que 2023 tuvo una temperatura media sobre la España peninsular de 15,2 °C, valor que queda 1,3 °C por encima de la media (periodo de referencia 1991-2020). Fue el segundo año más cálido desde el comienzo de la serie en 1961, por detrás tan solo de 2022, que resultó 0,2 °C más cálido que 2023. Los nueve años más cálidos de la serie pertenecen al siglo XXI.

Con estos análisis se pretende entender los cambios en el comportamiento de los turistas en plenas olas de calor, unas métricas que arrojan pistas sobre los pasos que puede seguir el sector para adaptarse al cambio climático.

Entre las 12 y las 17 horas

Con la observación de estos datos se estudia la sensibilidad del gasto turístico a un aumento de la temperatura con respecto al promedio diario histórico, así como cambios en los patrones de gasto relacionados con la distribución del gasto a lo largo del día o la tipología de comercios.

El estudio de CaixaBank muestra que para un mismo municipio, «cada grado de desviación de la temperatura diaria media en julio y agosto de 2022 y 2023 respecto a la temperatura diaria media histórica está asociado con una bajada del 0,27% del gasto turístico entre las 12 y las 17 horas, y con una subida del 0,14% entre las 22 y las 7 horas» y que en el resto de las franjas horarias no se aprecia una diferencia significativa.

Como conclusión se observa que, en días de temperaturas extremas se ve una bajada del gasto turístico agregado (–0,12% por cada grado) y una redistribución del gasto hacia las horas menos cálidas.

Tipología de comercios

El trabajo refleja que para un mismo municipio las olas de calor están asociadas con un menor gasto turístico en los principales sectores de consumo discrecional de los turistas.

Tanto es así que se produjo una caída del 0,16% en el gasto en restaurantes por cada grado por encima de la media histórica del día, y una caída del 0,34% en ocio.

Además, la disminución en el gasto de restauración tampoco se refleja en una subida en los supermercados que también un 0,13%. El autor llama la atención que «el único sector analizado que se beneficia de las oleadas de calor son las farmacias, que facturan un 0,06% más por cada grado por encima de la media histórica».

Gastos en la costa

Los datos recopilados hacen ver que entre el verano de 2019 y el verano de 2023, el gasto turístico creció cerca de un 45% en los municipios costeros con temperaturas medias inferiores a 21 grados.

Sin embargo, en los municipios costeros más cálidos (temperatura media superior a 25 grados), el gasto turístico creció un 35% en promedio, lo que representa un diferencial de 10 puntos porcentuales.

En definitiva, entre 2019 y 2023, el gasto turístico ha crecido más en las zonas menos cálidas de España, de lo que puede deducirse que el turismo puede ser más vulnerable al cambio climático.

El autor de este análisis alerta de «la necesidad de que el sector turístico tenga en consideración el riesgo climático y que se prepare para un futuro con temperaturas más extremas».