Hemos llegado a la recta final del Mundial de Qatar 2022, torneo en el que quiere revalidar su título la selección francesa. El combinado que dirige Didier Deschamps se proclamó campeón en Rusia 2018 y hay muchos aficionados al mundo del fútbol que se han hecho una pregunta a la que todavía no han encontrado respuesta: ¿por qué el símbolo de Les Bleus es un gallo?

Para conocer la relación entre la selección francesa y el símbolo del gallo hay que remontarse a más de 100 años atrás. Desde principios del siglo XX este animal ha estado vinculado al combinado nacional galo y desde 1909 ya ha estado marcado en la camiseta de nuestro país vecino.

Pero para relacionar a este animal de granja con Francia en general, como símbolo de la nación, hay que remontarse mucho más atrás. La relación de Galia, el nombre que los romanos le dieron a este territorio, y el sustantivo gallo es lingüísticamente parecido, por lo que comenzaron a  ser vinculados.

Desde el Renacimiento comenzó vincularse con más fuerza, pero es cierto que tras la Revolución Francesa Napoleón Bonaparte quiso dejarlo a un lado porque creía que el gallo no era un animal lo suficientemente fuerte como para que representará en un icono al Imperio francés. 

Algo antes de mitad del siglo XIX se volvió a reestablecer el gallo como símbolo del país y 100 años después cobró más importancia debido al enfrentamiento entre este animal y el águila alemán. Con el paso del tiempo este emblema pasó a estar más enfocado a lo deportivo y el culmen llegó en el Mundial de 1998 celebrado en tierras francesas, donde la mascota fue un gallo.

El diseño del gallo ha ido cambiando con los años, adaptándose a las nuevas tecnologías y colores que se han amoldado mejor a las exigencias de los tiempos que corren. La selección de fútbol o la de rugby siempre han estado representados por este animal al que le dan un significado de luz porque es el que pone fin a la noche con su canto cuando amanece.