Qatar ha puesto punto y final a la participación en su Mundial tras perder por 2-0 ante Holanda en el último partido de la fase de grupos. El combinado que dirige Félix Sánchez se marcha con cero puntos en su casillero, un gol a favor y siete en contra, unos números que le convierten en el peor anfitrión de la historia de la Copa del Mundo y en la primera selección anfitriona que no consigue ganar ningún partido.

Había mucha expectación puesta en este campeonato por parte del conjunto qatarí. Llegaban a su Mundial como campeones de Asia después de superar a Japón en la final de la Copa Asiática por 3-1, para conquistar su primer título en la Copa de Asia. Un resultado esperanzador que permitía a los qataríes soñar con hacer algo grande en su Copa del Mundo, en la que tanto dinero han invertido en infraestructuras y tantas esperanzas tenían.

La liga de Qatar lleva parada desde mediados de septiembre, momento en el cual la selección que dirige el español Félix Sánchez se concentró para preparar la cita mundialista. Desgraciadamente, Qatar se ha dado de bruces con la realidad y se ha ido a casa sin haber ganado un solo partido y sin ni siquiera haber podido competir durante la fase de grupos.

Sin opciones de victoria

La imagen del conjunto asiático en este Mundial se ha quedado bastante lejos de lo que se esperaba, como así lo reflejan los números (1 gol a favor en tres partidos). Qatar se ha despedido de su Copa del Mundo sin haber tenido opciones de victoria en ninguno de los tres encuentros, y se convierte en el peor anfitrión de la historia, superando a Sudáfrica en 2010.

Aquel año, el conjunto sudafricano también cayó a las primeras de cambio pero consiguió dar la sorpresa ante Francia en la última jornada de la fase de grupos (2-1) para despedirse de su campeonato con, al menos, un triunfo. Qatar lo ha intentado hasta el último segundo pero no ha podido cumplir con las expectativas que tenían antes de arrancar.