El truco que utilizan en Alemania para saber cuándo cambiar los neumáticos: no falla
La razón por la que la Guardia Civil puede revisar el color de la gasolina de tu coche: tiene sentido
Es oficial: la DGT va a dar 2 puntos extra a todos estos conductores
Llegan a España los radares gemelos: el truco para saber dónde están

Conducir de forma segura no sólo depende de la habilidad del conductor, sino también del estado y tipo de neumáticos que lleva el vehículo. A menudo, subestimamos la importancia de cambiar los neumáticos según la temporada, lo que puede comprometer tanto la seguridad como el rendimiento del coche. En regiones con estaciones muy marcadas, como ocurre en Alemania, la temperatura juega un papel fundamental en la decisión de qué neumáticos utilizar. Por ello, conocer la regla de los 7 grados ayuda a tomar la mejor elección para evitar accidentes.
De acuerdo con la asociación alemana de inspecciones técnicas (TÜV), la clave para elegir correctamente los neumáticos radica en la temperatura ambiental, lo que permite identificar si es el momento de poner neumáticos de verano o invierno. Mientras que los de verano ofrecen el mejor rendimiento cuando hace calor, los de invierno son indispensables durante los meses de frío. Para quienes buscan una opción más versátil, los neumáticos all season pueden ser una gran alternativa, siempre y cuando cumplan con las certificaciones necesarias.
La regla de los 7 grados: ¿cuándo cambiar los neumáticos?
Según los expertos en seguridad vial, la temperatura ambiental influye significativamente en la eficiencia y adherencia de los neumáticos. La norma general indica que los neumáticos de verano ofrecen su mejor rendimiento cuando la temperatura supera los 7 grados, mientras que los de invierno son más eficaces cuando el termómetro desciende por debajo de este umbral. Esta regla no es arbitraria, sino que se basa en las propiedades del caucho con el que están fabricados los neumáticos.
Los neumáticos de verano están diseñados con una composición de caucho más dura, lo que les permite ofrecer un excelente agarre y una menor resistencia a la rodadura cuando las temperaturas son altas. Sin embargo, cuando el mercurio cae por debajo de los 7 grados, este material se endurece demasiado, reduciendo drásticamente su capacidad de adherencia al pavimento. En consecuencia, el riesgo de deslizamiento y pérdida de control del vehículo aumenta considerablemente.
Por otro lado, los neumáticos de invierno se fabrican con un compuesto de caucho más blando y flexible, lo que les permite mantener una tracción óptima en temperaturas frías. Además, su diseño incorpora ranuras más profundas y laminillas que mejoran la evacuación de agua y nieve, reduciendo el riesgo de aquaplaning. Sin embargo, cuando la temperatura sube por encima de los 7 grados, este tipo de neumáticos pierden eficiencia, ya que su material se desgasta con mayor rapidez y el agarre se ve comprometido en superficies secas y calurosas.
Para los conductores que prefieren evitar el cambio estacional de neumáticos, existe una opción intermedia: los neumáticos all season. Para asegurarse de que cumplen con los requisitos necesarios para circular en condiciones invernales, deben contar con la certificación M+S (Mud and Snow, que significa barro y nieve) o el símbolo del copo de nieve dentro de una montaña de tres picos (3PMSF).
Consejos prácticos
El proceso de cambio de neumáticos no sólo implica sustituirlos en el momento adecuado, sino también considerar otros aspectos clave para maximizar su rendimiento y durabilidad.
- La profundidad mínima legal de la banda de rodadura varía según el país, pero en general, se recomienda no bajar de los tres milímetros para garantizar una tracción adecuada. En el caso de los neumáticos de invierno, lo ideal es que tengan al menos cuatro milímetros para ofrecer un buen agarre en nieve y hielo.
- La presión adecuada de los neumáticos influye en el consumo de combustible y en la estabilidad del vehículo. Es fundamental revisarla periódicamente, ya que las temperaturas extremas pueden provocar cambios en la presión interna.
- Cada vez que se cambian los neumáticos, es recomendable realizar un equlibrio y alineación para evitar desgastes irregulares y garantizar una conducción estable.
- Si se guardan los neumáticos fuera de temporada, deben almacenarse en un lugar fresco y seco, protegidos de la luz solar y de productos químicos que puedan dañar el caucho.
- Optar por neumáticos de marcas reconocidas y con certificaciones de seguridad garantiza un mejor desempeño y mayor durabilidad, lo que a largo plazo puede traducirse en un ahorro económico.
Elegir los neumáticos adecuados según la temperatura es una decisión clave para garantizar seguridad, eficiencia y confort al volante. La regla de los 7 grados sirve como referencia para determinar el momento ideal para cambiar entre neumáticos de verano e invierno.
Mientras que los primeros ofrecen un mejor rendimiento cuando hace calor, los segundos son imprescindibles en condiciones de frío extremo, ofreciendo mayor adherencia y estabilidad. Para quienes buscan una opción intermedia, los neumáticos all season pueden ser una alternativa viable.
Más allá del tipo de neumático, realizar el cambio en el momento oportuno y llevar un mantenimiento adecuado prolonga su vida útil y mejora el rendimiento del vehículo. Unos neumáticos en buen estado reducen el riesgo de accidentes, optimizan el consumo de combustible y minimizan los costes a largo plazo.