Coche Motor

Los ingenieros no dan crédito a lo que sucede en la prueba de aerodinámica de Rayo McQueen

Prueba de aerodinámica de Rayo McQueen
Rayo McQueen.

En España, el NASCAR no tiene la misma popularidad que la Fórmula 1, pero si hay un coche de carreras capaz de despertar la simpatía de cualquier generación, ese es Rayo McQueen, el protagonista de la saga «Cars» de Pixar. Por primera vez, ingenieros especializados en aerodinámica de la escudería RFK Racing, equipo del piloto Brad Keselowski, han sometido a Rayo McQueen a una prueba de aerodinámica y el resultado ha sido sorprendente: el legendario número 95 de Pixar no sería, ni de lejos, el coche más rápido del circuito. Su diseño tiene una serie de fallos aerodinámicos que comprometerían su velocidad y estabilidad en pista.

«Queríamos ver si McQueen podría enfrentarse a la realidad física de una pista NASCAR. Nuestro trabajo consistió en transformar un diseño pensado para la animación en un modelo tridimensional medible bajo criterios reales», explicó eth Dillard, ingeniero jefe de aerodinámica y CFD (Dinámica de Fluidos Computacional) de RFK Racing, en el informe técnico. La simulación CFD, una herramienta que permite recrear digitalmente el flujo de aire sobre la superficie de un vehículo, ha sido la protagonista del estudio. Mediante una serie de ecuaciones matemáticas, los ingenieros calcularon cómo se comporta el aire al chocar con la carrocería del coche, midiendo la resistencia, el flujo y los puntos de presión que determinan la eficiencia aerodinámica.

La prueba de aerodinámica de Rayo McQueen

Uno de los hallazgos más destacados del estudio fue la boca del personaje. En las películas, McQueen muestra una gran sonrisa que le da carisma y personalidad, pero desde el punto de vista técnico se trata de un «desastre aerodinámico». La zona de la boca genera lo que los ingenieros denominan un «punto de estancamiento», es decir, una zona en la que el aire deja de moverse, acumulándose y generando una gran presión. En un coche real, esto se traduce en una fuerte resistencia frontal que reduce la velocidad máxima.

Según los cálculos de RFK Racing, la cavidad frontal actuaría como un «freno» natural: el aire impacta directamente contra ella, pierde energía y crea turbulencias que desvían el flujo hacia los laterales y el suelo. «Si McQueen pudiera cerrar la boca, ganaría varios puntos en coeficiente aerodinámico», apunta Dillard.

Primer modelo 3D

Hasta ahora, Disney y Pixar nunca habían hecho público un modelo 3D detallado de la aerodinámica de Rayo McQueen, por lo que los ingenieros de RFK Racing tuvieron que construirlo desde cero. Para ello, utilizaron imágenes de referencia de las películas, planos de diseño y proporciones visuales extraídas del metraje original.

El resultado fue una recreación virtual muy precisa con la que pudieron realizar simulaciones a distintas velocidades y ángulos de ataque. Los ensayos se centraron especialmente en las zonas de presión más altas: el capó, el parabrisas y los laterales.

Los resultados fueron claros: el aire que impacta en la parte frontal del capó se eleva parcialmente hacia arriba, pero la mayor parte choca contra el frontal y se dispersa hacia el suelo, reduciendo la eficiencia del flujo y afectando directamente a la velocidad punta del vehículo. En los laterales, las curvas amplias y los guardabarros abiertos actúan provocan el denominado «efecto paracaída»”: el aire entra, se arremolina y genera zonas de baja presión que frenan el coche. Lo mismo ocurre con las llantas, demasiado expuestas al flujo directo.

Los ingenieros coinciden en que el diseño de Rayo McQueen, aunque visualmente atractivo, está pensado más para el impacto cinematográfico que para la eficiencia. Su carrocería combina elementos de coches reales de NASCAR con líneas exageradas que en la práctica generarían un enorme coeficiente de arrastre (Cd), es decir, una alta resistencia al aire.

«El cuerpo de McQueen tiene proporciones que no podrían competir en un circuito real. Sus curvas son demasiado redondeadas y la parte trasera no canaliza correctamente el flujo, lo que incrementa la turbulencia y reduce la estabilidad», detalla el informe.

En un contexto real, un coche con esa forma necesitaría una potencia descomunal para compensar las pérdidas aerodinámicas. En la simulación, el modelo perdió eficiencia en torno al 30% respecto a un vehículo de NASCAR estándar, lo que implicaría menor velocidad, mayor consumo y menos agarre en curva.

«El reto de Pixar era que McQueen resultara creíble, no que fuera aerodinámicamente perfecto», señaló Dillard durante la presentación del estudio. 2Al fin y al cabo, es un personaje que debe expresar emociones, y eso tiene prioridad sobre la física del aire».

Los números de la simulación

La prueba de aerodinámica de Rayo McQueen evaluó la resistencia del modelo en distintas condiciones. A velocidades de entre 100 y 300 km/h, el flujo de aire mostró una serie de patrones que confirmaron los problemas previstos:

  • Coeficiente aerodinámico (Cd): superior a 0,50, muy por encima del valor óptimo (0,28-0,35) de un coche de competición.
  • Zona de estancamiento: localizada en la boca y parte inferior del parachoques frontal.
  • Turbulencias laterales: generadas por los guardabarros y el diseño curvado de las puertas.
  • Efecto de succión trasero: la parte posterior no canaliza correctamente el flujo, generando un vacío que reduce la velocidad.

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