La DGT va hacer realidad el deseo de cualquier motorista: el cambio que está a punto de llegar
Descubre la nueva norma de la DGT que se llevará para beneficio de los motociclistas.
Pere Navarro, el director de la DGT ha prometido que se apruebe una norma para que los motoristas puedan acabar circulando por el arcén cuando se produzcan atascos. Hablamos de dar una cobertura legal a lo que supone una práctica real, según sus propias palabras.
Una medida muy esperada …
En la Dirección General de Tráfico han previsto que en esta legislatura se apruebe una medida que se prometió hace tres años y con la que los motoristas pueden acabar circulando por el arcén de las carreteras cuando se produzcan atascos a como máximo 30 km/h.
Navarro cree que la norma va a consistir en que los motoristas y aquellos que vayan por el arcén en la carretera en las retenciones de tráfico, siempre que lo vayan a realizar, deberán hacerlo como máximo a 30 km/h y donde se deberá respetar la prioridad que tienen los ciclistas.
«Cuando están todos los vehículos parados en la carretera, las motos van al arcén y adelantan por el arcén a una velocidad máxima de 30 km/h», es lo que explicó con sus propias palabras el director de la Dirección General de Tráfico.
Lo que quiere la norma es dar respuesta a una reclamación que llevan toda la vida haciendo los motoristas y que va a dar cobertura de carácter legal a una práctica real.
Pensemos que cuando se tiene una norma y nadie la va a cumplir, es posible que el problema sea de la propia norma.
La DGT quiere evitar que los motoristas circulen entre los turismos en los atascos
Sí que es cierto que la DGT lleva ya unos años prometiendo que se aprobará dicha norma. La vez primera que se hizo fue en diciembre de 2020, pero todavía no se hizo nada.
Hace 4 años se dijo que esta clase de adaptación solo iba a afectar a las áreas congestionadas y de manera coordinada con el propio titular de la vía. No olvidemos que la velocidad máxima quedará limitada a 40 km/h.
De igual forma, lo que hizo Pere Navarro fue anunciar que para este verano se reforzará la vigilancia de los motoristas con las motos camufladas de la Guardia Civil que van a patrullar por las carreteras de cara a controlar la conducción temeraria por parte del colectivo en los fines de semana.
Se debe hacer, lo mismo que valorar si se puede introducir alguna moto que esté camuflada únicamente para la conducción temeraria.
No hay que olvidar que los motoristas suelen conducir de esta forma los fines de semana, en una serie de áreas y tramos en concreto.
Más del 50% de los motoristas mueren por salidas de la carretera. La edad media está entre los 35 y los 54 años, tienen más de una década de antigüedad con el permiso de conducir y con motos de más de 500 centímetros cúbicos.
El perfil es bastante concreto y debemos incidir en el mismo, como aseguró Navarro, el cual lo que hizo fue llamar la atención sobre el consumo de alcohol.
Inversión en carreteras secundarias
En un estudio que hizo la Fundación Mapfre y la Asociación Española de la Carretera, consiguió cifrar en mil ochocientos millones de euros las inversiones precisas en las carreteras secundarios, que son las más habituales en nuestro país, de cara a que se salven hasta 300 vidas anuales y más de 800 heridos graves por accidentes de tráfico.
Pese a que pueda parecer que es una inversión bastante elevada, la reducción al máximo de la cantidad de víctimas mortales y graves a coste cero, no es algo realista.
Lo que debemos tener claro es que invertir bien o hacerlo poco es algo que supone una diferencia de unas mil víctimas al año.
El caso es que la inversión o realizar una escasa inversión va a suponer miles de tragedias anuales. Hablamos de unas mil víctimas anuales.
Existe un estudio reciente que hicieron la Universidad de Murcia y la DGT que deja claro que cuesta dos millones de euros el evitar o prevenir un fallecimiento en un accidente en carretera y 354.630 euros si es un herido grave.
En el mismo estudio se dice que las autovías autopistas son las que soportan una cantidad mayor de tráfico, el 65%. La mitad del total de siniestros se producen en vías convencionales, que son un 89% de los kilómetros de la red vial española.
Otra de las medidas que se van a poner a funcionar por parte de la Dirección General de Tráfico será instalar 88 radares en las vías interurbanas este 2024. El 60% de ellos van a ser de tramo y otro 40% serán fijos.
Ahora habrá que ver el resultado que tienen las decisiones que tome finalmente la DGT. Lo cierto es que, a priori, puede ser interesante y es bastante esperada su puesta en práctica.
Aunque ya hemos visto que «las cosas de palacio van despacio». Todo es cuestión de tiempo, pero hay que poner una solución a todo esto y no se debería escatimar en inversiones para la mejora de la seguridad vial.