El botón que tienen todos los coches y nadie sabe para qué es: te va a salvar la vida en verano
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Con la llegada del verano y las temperaturas extremas que se alcanzan en buena parte de España, muchas personas buscan maneras rápidas y efectivas de mantener su coche fresco y agradable. Aunque el aire acondicionado se ha convertido en una herramienta indispensable para los conductores, existe una función poco conocida, pero muy útil, que puede marcar una gran diferencia en la eficiencia del sistema de climatización. Se trata del botón de recirculación del aire, el cual tienen prácticamente todos los coches modernos y que, pese a su utilidad, suele pasar desapercibido.
Este botón, representado habitualmente por una flecha circular dentro del dibujo de un coche, está ubicado junto a los controles del aire acondicionado. Comprender cómo funciona y cuándo usarlo correctamente puede ayudarnos a combatir de forma más eficaz las altas temperaturas, evitar malos olores o la entrada de contaminantes, y hasta ahorrar combustible.
¿Para qué sirve este botón que tienen todos lo coches?
Uno de los beneficios más destacados del botón de recirculación del aire es su capacidad para enfriar el habitáculo más rápidamente. Cuando se activa esta función, el sistema de climatización deja de tomar aire del exterior y reutiliza el que ya está en el interior del vehículo. Esto es especialmente útil cuando el coche ha estado aparcado al sol durante mucho tiempo y el aire exterior es aún más cálido que el del habitáculo. Al trabajar con un aire ya enfriado, el sistema necesita menos esfuerzo y tiempo para alcanzar la temperatura deseada.
Además de mejorar la eficiencia del aire acondicionado, esta función también cumple una misión muy importante en la calidad del aire que se respira dentro del coche. En trayectos por zonas con mucho tráfico, obras o incluso zonas rurales con polvo en suspensión, activar el botón de recirculación impide que el aire sucio del exterior entre en el vehículo. Así, se reduce la presencia de partículas contaminantes, malos olores o gases de escape, lo cual es especialmente importante para personas alérgicas, asmáticas o con problemas respiratorios.
Otro aspecto a tener en cuenta es el ahorro de combustible. Aunque muchos conductores no lo saben, el aire acondicionado representa una carga adicional para el motor, lo que se traduce en un mayor consumo de carburante. Al activar la recirculación, el sistema trabaja con un aire ya tratado, lo que reduce el esfuerzo necesario para enfriar y, en consecuencia, el gasto energético.
Consejos prácticos
El uso adecuado del botón de recirculación, sin embargo, requiere algo de atención. No es recomendable mantenerlo activado de forma continua, ya que puede tener efectos contraproducentes. Al cerrarse las rejillas de ventilación, se impide la entrada de aire fresco del exterior, lo que, al cabo de un rato, puede provocar que el aire interior se vicie. Este fenómeno se puede notar especialmente cuando hay varias personas en el coche, generando una sensación de pesadez o falta de oxígeno. Por ello, los expertos aconsejan alternar su uso cada 10 o 15 minutos, abriendo de nuevo el paso al aire exterior para renovar la atmósfera interna.
Algunos vehículos, especialmente los más modernos, están equipados con sensores de calidad del aire que gestionan esta función automáticamente. Cuando detectan un ambiente contaminado en el exterior, activan la recirculación para proteger a los ocupantes. Del mismo modo, si la calidad interior disminuye, el sistema puede desactivarla sin intervención del conductor. Este tipo de tecnología aporta un extra de confort y seguridad, aunque no todos los modelos cuentan con ella, por lo que es importante conocer su funcionamiento básico.
Más allá del verano, el botón de recirculación tiene utilidades todo el año en los coches. Por ejemplo, en días de lluvia o niebla, ayuda a mantener el interior seco y libre de olores provenientes del exterior. También es útil en pasos subterráneos, túneles o zonas industriales donde la calidad del aire exterior puede estar comprometida. Saber cuándo y cómo utilizar esta función marca la diferencia entre un trayecto incómodo y uno más confortable y saludable.
Conducir con mucho calor no sólo resulta incómodo, sino que puede llegar a ser perjudicial para la salud y la seguridad al volante. Las altas temperaturas dentro del vehículo provocan fatiga, disminuyen la concentración y aumentan el riesgo de errores en la conducción.
En este sentido, el botón de recirculación del aire puede ser un gran aliado si se utiliza correctamente. Sin embargo, su mal uso, como dejarlo activado durante demasiado tiempo, puede empeorar la sensación de calor y provocar que el aire dentro del coche se vuelva viciado y húmedo, aumentando el malestar.
Ignorar el funcionamiento de este botón presente en casi todos los coches modernos implica resignarse al malestar, al sudor constante y al agotamiento, factores que nadie debería aceptar como parte habitual de conducir en verano. Conocerlo y utilizarlo correctamente mejora el confort, al tiempo que protege la salud y la seguridad durante los viajes en días calurosos.