Coche Combustible

El aviso de un mecánico que confirma que estás gastando más gasolina de la que deberías

Gasolina

El precio del combustible sigue siendo una de las principales preocupaciones de los conductores. Cada vez que llenamos el depósito, tenemos la sensación de que la gasolina o el diésel duran menos de lo que deberían. Sin embargo, lo que pocos saben es que muchos veces el consumo excesivo está relacionado con el mantenimiento del vehículo y, en particular, con detalles que solemos pasar por alto. El mecánico y creador de contenido Juanjo Jiménez, muy popular en TikTok, explica en uno de sus últimos vídeos cómo un filtro de aire sucio puede incrementar notablemente el consumo de combustible.

El filtro de aire cumple una función muy importante: impedir que el polvo, la arena, los insectos o cualquier partícula entren en el motor. Cada vez que pisamos el acelerador, el motor necesita oxígeno para quemar el combustible. Esa mezcla de aire y gasolina (o gasóleo) es lo que genera la combustión que mueve los pistones y, en consecuencia, el vehículo. Cuando el filtro está limpio, el aire entra con facilidad, pero cuando se obstruye, el flujo disminuye y el motor «cree» que necesita más gasolina para compensar la falta de oxígeno. En palabras de Jiménez: «la diferencia es brutal».

El truco definitivo para ahorrar gasolina

Todo motor de combustión interna se basa en la relación estequiométrica, es decir, la proporción exacta entre aire y combustible. Para la gasolina, se necesitan unos 14,7 gramos de aire por cada gramo de combustible.

  • Si entra menos aire del necesario, la mezcla se enriquece con más carburante.
  • Si entra más aire del previsto, la mezcla se empobrece y el motor pierde potencia.

Un filtro sucio altera este equilibrio. El caudalímetro, que mide el flujo de aire, detecta menos entrada y ordena a la centralita inyectar más gasolina. Más allá del gasto, esto también acelera el desgaste de otras piezas: inyectores, bujías, catalizador e incluso el propio caudalímetro, cuya reparación puede superar fácilmente los 300 euros, frente a los 10 o 20 euros que cuesta un filtro nuevo.

Señales de que el filtro necesita cambio

Muchos conductores se preguntan cómo saber si el filtro de aire está afectando al coche. Estos son los síntomas más habituales:

  • Aumento del consumo de combustible sin una explicación aparente.
  • Pérdida de potencia, especialmente al acelerar.
  • Humo negro en el escape, señal de mezcla rica en gasolina.
  • Ralentí inestable, el motor “tiembla” más de lo normal.
  • Ruido extraño en la admisión, debido a la obstrucción.

El mensaje de Juanjo Jiménez en TikTok es claro: un filtro de aire sucio puede ser el motivo de que estés gastando más gasolina de la que deberías. Pero, en realidad, es un ejemplo de algo mayor: la importancia de no descuidar el mantenimiento básico.

Muchos creen que ahorrar en combustible es cuestión de repostar en la gasolinera más barata. Sin embargo, la verdadera diferencia se encuentra en el cuidado y el mantenimiento del vehículo.  Así que la próxima vez que sientas que tu coche gasta más de lo normal, no pienses sólo en los precios del surtidor. Mira bajo el capó, revisa el filtro de aire, la presión de los neumáticos y el estado general del vehículo. Puede que ahí esté la respuesta.

Consejos de la DGT

«Está comprobado que entre el 30 y el 50 % del gasto de combustible depende de la manera de conducir de su propietario. Por eso es necesario seguir unas pautas. Por ejemplo, conducir a una velocidad moderada y constante, sin altibajos ni cambios constantes de ritmo, y mantener la distancia de seguridad, lo que nos permitirá circular a una velocidad constante sin tener que ir pendiente del freno. En la salida de los semáforos se debe acelerar de una manera progresiva y cambiar aprovechando el mejor rendimiento del motor. De lo contrario se va a llegar al siguiente semáforo algunos segundos antes que el resto, pero consumiendo tres veces más.

También sería interesante, si es posible, anticiparse y dejar de acelerar al ver a lo lejos un coche, un camión o un autobús que circula más despacio para llegar con inercia en retención sin gasto de combustible. Esto es mucho mejor que seguir acelerando hasta dar alcance al vehículo que nos precede y frenar para, más tarde, tener que recuperar esa velocidad para lo que el motor tendrá que revolucionarse de nuevo con el consiguiente gasto. Anticiparse permite no solo ahorrar combustible, sino también pastillas de freno.

El gasto de combustible también se reduce de forma muy marcada con la tendencia a conducir en la marcha más larga posible, incluso en ciudad respetando los límites. Y es que los motores actuales permiten y responden bien aunque circulemos en marchas largas a muy bajas revoluciones con el motor muy desahogado y consumiendo lo mínimo. En este sentido es muy recomendable no apurar las marchas cortas a no ser que arranquemos en una cuesta muy pronunciada».

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