Alarma en el automóvil europeo este 2025: desembarco chino, cierres de fábricas y multas millonarias
Un contexto que puede provocar una reducción del empleo y caída de las ventas de coches de combustión
El cierre de fábricas ante el aumento de los costes en el automóvil, el desembarco de nuevas marcas chinas con precios asequibles y el riesgo de multas millonarias por el endurecimiento de los objetivos de emisiones de C02 son los principales retos a los que se enfrenta el sector de la automoción en Europa con la entrada del nuevo año. Un contexto que puede provocar una reducción del empleo y caída de las ventas de coches de combustión, así como una perdida de competitividad del mercado europeo frente al chino.
En concreto, el automóvil en Europa se enfrenta al cierre de cinco fábricas de empresas del sector con la entrada del nuevo año. No sólo los fabricantes están sufriendo en sus cuentas los efectos derivados de la caída de las ventas, también lo están haciendo los proveedores encargados de suministrar las piezas y los servicios necesarios para ensamblar coches.
Este es el caso de Valeo, que ha anunciado su intención de cerrar tres fábricas en Francia y el despido de más de 1.000 trabajadores, reestructuración a la que hay que sumar la que planea el Grupo Volkswagen para sus plantas en Alemania.
Automóvil: cierres y despidos en las fábricas
El proveedor de componentes galo o el fabricante de coches alemán no son las únicas compañías afectadas por la caída de las ventas y la producción en Europa, la alemana Bosch ha anunciado el despido de 5.500 trabajadores en la división de movilidad del grupo, a medida que la débil demanda de vehículos eléctricos y la llegada de la competencia china acentúa la crisis del sector del automóvil en Europa.
La ralentización de la demanda de coches de propulsados por nueva energía en el Viejo Continente ha provocado que los fabricantes y proveedores europeos se vean obligados a recortar gastos y bajar los precios de los coches 100% eléctricos para estos mercados ante el desembarco de las marcas chinas a un coste más asequible a pesar de la elevada calidad.
Reducción de las emisiones
La reducción de competitividad europea con el cierre de fábricas y la entrada de nuevas marcas chinas en el mercado europeo no es el único problema del Viejo Continente. Los fabricantes automovilísticos deben cumplir con unos objetivos de emisiones de CO2 más exigentes con la entrada de 2025, donde la media de la flota vendida tiene que ser menor de 93,6 gr/CO2. Una cifra que de no cumplirse la Comisión Europea (CE) penalizará con una multa de 95 euros por gramo y coche, lo que podría suponer un coste de más de 15.000 millones de euros para la industria en sanciones.
La Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ACEA) ha advertido que la industria automovilística europea podría dejar de producir más de 2,5 millones de vehículos de motores de combustión en Europa por el exceso de emisiones de carbono debido a la desaceleración de la demanda de vehículos eléctricos y el pago de multas por valor de 15.000 millones de euros.