23 reporteros inmortalizan el último encuentro de Paula Echevarría y Miguel Torres
El noviazgo de Paula Echevarría y Miguel Torres es ya un secreto a voces. Nadie lo duda. Todos los saben. Los protagonistas no lo niegan, aunque se resisten a confirmarlo de palabra. Pero sus actos les delatan una semana tras otra. Por tercer lunes consecutivo –es el día libre que el equipo del fútbol del Málaga, en el que juega Torres, está dando a su plantilla en las últimas semanas- se han vuelto a encontrar en el piso “secreto” del jugador. Una cita que, por repetida y por atractiva, se ha terminado convirtiendo en todo un acontecimiento periodístico. España entera quiere ver la imagen de la nueva pareja junta. Paula y Torres interesan, mucho, y allí donde está la noticia, está la prensa. Y cuanto más interesa la noticia, más prensa la busca… De ahí que, en la tarde de ayer, veintitrés reporteros se congregasen a las puertas del “escondite” de la pareja. Veintitrés profesionales entre fotógrafos, cámaras y redactores que pudieron inmortalizar el final de la cita al filo de las ocho de la tarde. Lo que sucedió tras esas paredes, se queda para los protagonistas.
Ocho profesionales de televisión –entre cámaras y redactores- y 15 fotógrafos de 10 agencias de noticias diferentes. Algunas habían doblado efectivos para que a nadie se le escapase la que es, sin duda, la imagen más buscada. Y todos los lograron. Ni el frío ni la lluvia impidieron que, al filo de las ocho de la tarde, se obtuviera la prueba definitiva del tercer encuentro de Paula Echevarría y Miguel Torres. Desde un lado o de otro, con una perspectiva u otra, a nadie se le escapó la cita, aunque, para decepción de todos, de nuevo la pareja decidió salir por separado. Eso sí, la constancia quedó, y hoy se puede ver en periódicos, portales y televisiones.
Paula Echevarría y Miguel Torres siempre salen por separado del apartamento / Gtres
Paula había llegado a las 10 de la mañana al apartamento que el futbolista tiene alquilado y no fue hasta las ocho de la tarde cuando salió. Diez largas horas de espera que los fotógrafos aguardaron con la esperanza de que, en algún momento del día, salieran juntos. Ni tan siquiera la hora de la comida fue excusa para pasear por Madrid y acudir a algún restaurante. Todo estaba preparado en el apartamento de Torres para que no hiciese falta ningún contacto con el exterior a lo largo del día.
A las 19:45 se acabó el tiempo para la pareja. Un AVE esperaba a Miguel Torres para llevarle de nuevo a Málaga, donde hoy reanudaba los entrenamientos con su equipo. Así que, a esa hora, llegó el momento de salir del escondite. Paula, al volante de su propio coche, lo hizo con cara de pocos amigos. Diez minutos después, lo hizo el futbolista mucho más sonriente y animado tras vivir una jornada sin duda especial. Dos coches, dos protagonistas y una confirmación gráfica: la de que pasaron el día juntos. La imagen más buscada sigue resistiéndose y probablemente sean los propios protagonistas los que decidan el cómo y el cuándo.