Hablamos con Lucía Villalón: así afronta el día de su ‘no, boda’ con Chicharito
El 8 de julio de 2017 podría haber sido uno de los mejores días de la vida de Lucía Villalón y ‘Chicharito’ Hernández. La pareja tenía esta fecha marcada en su calendario por ser el día en el que contraerían matrimonio. Ambos escucharían esa mañana el grito más bonito que jamás podrían haber imaginado: ‘Vivan los novios’. Sin embargo, nada salió como esperaban. Rompieron su relación a principios de año y los planes de boda saltaron por los aires.
LOOK se ha puesto en contacto con ella para conocer cómo afronta el que iba a ser el día de su boda: «Estaré bien» dice escueta y sin querer entrar demasiado en detalles. Sin embargo, cuando se le pregunta por el verano se muestra más relajada y optimista «tengo vacaciones, pero los planes serán los que vayan surgiendo».
Lucía y Chicharito en una de sus románticas imágenes / Instagram
Sobre Chicharito prefiere no pronunciarse. «No quiero decir nada. Agradezco que se me pregunte, pero no quiero entrar en eso», ha dicho a LOOK. La presentadora en ‘beIN Sports’ se sintió tan decepcionada al ver la reacción del jugador del Real Madrid cuando ella sufrió el neumotorax en diciembre del año pasado, que a pocos días del que habría sido uno de los enlaces del año, prefiere no oír hablar del mexicano. Cabe recordar que después de ser operada, no se sintió apoyada por el futbolista y así lo confesó poco después: «Apenas se interesó en venir a verme. A partir de allí comenzó el final de nuestra relación. Él me falló, me dejó abandonada en el hospital».
No obstante, ahora resuenan en la cabeza de todos las palabras de la joven, que a principios de junio decía tajante: «Si me hubiera casado con Chicharito me habría equivocado». Un pensamiento que se acentuó al conocer que el que había su pareja tenía sustituta solo un mes después de romper. El jugador había llevado a cabo el famoso refrán de «A rey muerto, rey puesto». Fue fotografiado besándose junto a su nueva novia, Camila Sodi, con la que el amor duró a penas dos meses. A toro pasado, Lucía prefiere mirar hacia el futuro y olvidarse de lo que pudo ser y no fue.