Isabel Preysler hace realidad el cumpleaños soñado de Mario Vargas Llosa
Llega a su cita con un año de retraso, pero llega. El 28 de marzo del 2016 estaba todo preparado en la Biblioteca regional de Arequipa “Mario Vargas Llosa” para recibir al Nobel que le dio su nombre con motivo de su 80 cumpleaños. Sin embargo, cambios vertiginosos en la agenda sentimental del escritor -separación abrupta por medio- obligaron a cancelar la visita. Con su nueva pareja, Isabel Preysler, Mario se había decantado por otro tipo de celebración en Madrid, muy lejos de su ciudad de origen. Han tenido que pasar otros doce meses para que aquella visita prometida se haga realidad.
Hoy, al fin, 81 años después de que José Mario Pedro Vargas Llosa viniese al mundo, Arequipa está de fiesta para celebrar el cumpleaños de su habitante más ilustre. No es la primera vez que el profeta vuelve a casa por su aniversario, pero sí la primera que lo hace de la mano de la mujer con la que dice querer casarse próximamente, Isabel Preysler, en el que será su tercer enlace matrimonial. La última vez que Mario sopló las velas en Arequipa, cumplía 79 y tenía a su lado a Patricia Llosa, la madre de sus tres hijos, Álvaro, Gonzalo y Morgana, la misma a la que le dedicó todo tipo de elogios cuando obtuvo el Nobel de Literatura en 2010.
Isabel Preysler y Mario Vargas Llosa durante la premiere de la película «Ignacio de Loyola» en Madrid / Gtres
Ahora, todos sus piropos son para Preysler, junto a la que ha dicho en repetidas ocasiones estar viviendo el momento “más feliz” de su vida. Como lo será el de hoy, un cumpleaños emocionadamente feliz: su tierra natal, la mujer de su vida y los 7000 libros que le acompañan en este viaje para ser donados a la biblioteca regional. Un cóctel insuperable para un hombre que aún tenía pendiente la asignatura de reencontrarse con su gente junto a su enamorada. No lo pudo hacer al cumplir 80 ya que entonces Isabel no consideró que hubiera llegado el momento de presentarse en sociedad en un Perú que aún sufría por el corazón hecho pedazos de Patricia Llosa, de ahí que la visita a Arequipa se sustituyese por una selecta fiesta en el hotel Villamagna de Madrid repleta de personalidades. Doce meses después, la situación ha evolucionado y Preysler ha querido hacerle con su presencia en Perú el mejor regalo que Vargas Llosa nunca soñó.
Mario Vargas Llosa e Isabel Preysler en una imagen de archivo / Gtres
Juntos van a recorrer las calles que vieron crecer al pequeño Mario, que a muy corta edad tuvo que marcharse a Bolivia junto a su familia materna en busca de una vida mejor. Visitarán la casa en la que nació cuando sus padres estaban ya separados, hoy convertida en el centro cultural al que está donando su biblioteca personal. Ya son 15.000 los ejemplares que el escritor ha puesto a disposición de sus paisanos. En cada cumpleaños, envía un lote. Ese es su particular regalo para los suyos, que siempre le reciben con los brazos abiertos y que nunca tendrán en cuenta “el plantón” de los 80. A don Mario, en Arequipa, se le perdona todo.
La policía nacional ha desplegado un dispositivo de seguridad especial en las últimas horas para que la visita de Vargas Llosa y sus 40 allegados -Preysler podrá conocer así a familiares y viejos amigos del escritor- discurra con normalidad. Tras la entrega de libros en la Bibioteca, todos participarán de una comida junto al director de la misma, Mario Romel, y las principales autoridades de la ciudad. Al día siguiente, el escritor hará una ponencia en el ‘Foro Internacional América Latina: desafíos y oportunidades’ tras la cual se despedirá de su gente, poniendo punto final a un cumpleaños que difícilmente olvidará.