Rocío Carrasco, feliz, pero sin el apoyo de su familia, en el estreno del homenaje a su madre
El Gran Teatro Príncipe Pío se ha engalanado para un día inolvidable para Rocío Carrasco, este 12 de enero en el que ha puesto la primera piedra de un proyecto homenaje a la figura de su madre, Rocío Jurado, que promete ser tan emotivo como genial. No podía ser de otra manera tratándose de ‘La más grande’. Preciosa coincidencia que ‘Punto de partida’ sea el título de una obra de teatro, que cuenta con la dirección de Cristina Sánchez y que cuenta la historia de ‘Candela’, una joven artista que quiere llegar a convertirse en Rocío Jurado. He aquí una de las grandes noticias, ver por fin a Anabel Dueñas, exconcursante de ‘Operación Triunfo’ en el año 2008 y conocida por ser una de las ‘supersingles’ del programa de televisión ‘Qué tiempo tan feliz’, subirse por primera vez para ponerse en la piel de la mencionada Candela. Si bien es cierto que se turnará con Inés de León en sucesivas actuaciones.
Rocío Carrasco ha hecho las veces de anfitriona, llegando junto a su marido, Fidel Albiac y a su gran amiga Anabel. Era una noche muy especial para ella, ya que ha invertido mucho tiempo en que todo saliese perfecto. Vestida de negro y con botas altas tipo OTK, Rocío se ha mostrado entusiasmada y muy feliz en todo momento. Desde su mesa, reservada especialmente, no perdió detalle de cómo Anabel Dueñas interpretaba éxitos de ‘La más grande’ como ‘Señora’,’ Punto de Partida’, ‘Déjala Correr’, ‘A que no te vas’, ‘Muera el Amor’ o ‘Cómo yo te amo’.
Anabel Dueñas, en la piel de ‘Candela’ / Gtres
Y si su marido estuvo con ella en todo momento, Rocío no puede decir lo mismo de su familia. Ninguno de sus seres queridos se desplazaron a Madrid para un día tan señalado; ni Ortega Cano ni los hijos pequeños de Rocío. Ni Fidel ni Carrasco hicieron declaraciones a la prensa, pero se mostraron de lo más sonriente.
Ha sido el debut de lo que se espera sea el mejor recuerdo habido y por haber a Rocío Jurado. Además, todos los preparativos han servido a Rocío Carrasco para distraer su mente de la dura batalla judicial que mantiene con su expareja, Antonio David Flores. Vitamina en tiempos de agotamiento, nada mejor.
El estreno teatral y sus posteriores actuaciones van a servir a la hija de la cantante como termómetro, para medir la aceptación por parte del público, así como sus canciones favoritas. Una especie de feedback para ir moldeando poco a poco un espectáculo que, si todo va bien, acabará convirtiéndose en un musical por todo lo alto. Sin prisa, pero sin pausa.