LOOK DESCUBRE LOS ORÍGENES DE ESTA AMISTAD

Chiquito de la Calzada y Mario Conde: los secretos de su desconocida amistad

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Chiquito de la Calzada y Mario Conde, una amistad de décadas / Gtres

El pasado 11 de noviembre, Málaga despertó enmudecida con la primera noticia de la mañana. Su ‘Hijo predilecto’, Chiquito de la Calzada, dejaba huérfano a un pueblo que vivió varias décadas de risas y espectáculos gracias a él. Pero más allá del humorista y de su ingenio, los que le conocieron realmente derramaron lágrimas por la muerte de Gregorio Sánchez Fernández, el ser humano que se ocultaba detrás del ‘pecador de la pradera’. El «hombre bueno» que hizo de su ingenio un arte para hacer reír y que dejó desolado a su círculo más cercano. Entre ellos se encontraba Mario Conde. Por eso, el expresidente de Banesto no dudó en compartir en sus redes sociales unas sentidas palabras hacia el «genio del humor y gran persona humana», como él le definía. Sin embargo, ¿cómo se fraguó aquella amistad que ya duraba más de 30 años?

[EN IMÁGENES | El último adiós al genio y figura, Chiquito de la Calzada]

Años 70: Mario y Chiquito se conocen en la Residencia San Jaime de Estepona

El afecto que un día unió a Conde con el cómico surgió algunas décadas antes de que toda España le conociera como Chiquito de la Calzada. Fue a finales de los años setenta, ‘por culpa’ del director de Zona de Morón de la Frontera del banco Banesto, Diego Fuentes Hidalgo. Este banquero, por entonces jefe de Mario Conde y también su amigo fuera de la sucursal, aterrizó en tierras andaluzas como Director regional en un tiempo en el que la entidad vivía años boyantes de actividad comercial e institucional, donde el trabajo para sus directivos abundaba y donde el dinero corría alegremente por sus fiestas.

En aquellos tiempos, Mario Conde invirtió en la hoy desaparecida Residencia San Jaime de Estepona. Los posteriores años ochenta se convirtieron en una época dorada para él y para todos sus empleados y familiares, quienes gozaban durante una quincena al año de todas las comodidades en este lujoso enclave situado en primera línea de playa. El complejo en el que el exbanquero invirtió más de 5.300 millones de las antiguas pesetas, contaba con 24 chalets de 6 plazas cada uno y además había parque de juegos infantiles, campo de fútbol, de tenis, de baloncesto, de hockey y bolera. Era el lugar perfecto para descansar y para organizar fiestas en ‘la familia’ del hoy desaparecido banco.

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En una de ellas, apareció un humilde malagueño que se ganaba la vida cantando en tablaos flamencos desde que era bien pequeño. Gregorio Sánchez se presentó para sorpresa de un Mario Conde ensimismado entre su público, dejándoles a todos ‘enamorados’ con su peculiar humor entre canción y canción. Tal fue el ‘flechazo’ que el entonces director de uno de los bancos más importantes de aquella España, no dudó en invitarle a más espectáculos. «Hasta entonces, Chiquito se ganaba la vida en sitios como ‘El Jaleo’ de Torremolinos o en peñas como la de Juan Breva de Málaga. Pero cuando Mario le fichó, se empezó a hacer famoso por sus chistes», relata a LOOK Gonzalo Rojo, presidente de la citada peña. «A Mario le fascinó tanto que a partir de entonces contó con él para otras de sus fiestas. Pero también para compartir comidas y cenas junto con sus respectivas mujeres en una finca que tenía en Ciudad Real», añade por su parte a este digital su buen amigo, el pintor Antonio Montiel.

1994: Mario Conde entra en prisión y Chiquito ficha por ‘Genio y Figura’

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Chiquito de la Calzada fichó por ‘Genio y Figura’ en 1994 / Gtres

Sin embargo, el tiempo pasó y aquellas reuniones de los dos matrimonios se diluyeron en el momento en el que Mario Conde entró a prisión en 1994 por el dinero que saqueó de su propio banco. Fue ese mismo año en el que Chiquito de la Calzada, al que apodaron así por empezar a trabajar desde muy joven y por haber vivido en la malagueña calle ‘Calzada’, fichó por ‘Genio y Figura’ gracias al productor Tomás Summers. Un giro de los acontecimientos en la vida de ambos que permitió al exbanquero ver desde prisión cómo aquel cantaor comenzaba a hacerse de oro allá por donde pisaba gracias a sus chistes. «Se puede decir que los años que todo el mundo conoce de la vida de Chiquito fueron en realidad la última etapa de su trayectoria. Él siempre se ganó la vida humildemente como cantaor», cuenta a este digital una fuente cercana a ‘El Jaleo’ de Torremolinos.

Y así sería, hasta que murió Pepita, su mujer, un soleado sábado 3 de marzo de 2012 . «Cuando su esposa falleció, él ya no volvió a ser el mismo. El hombre que todo el país conocía comenzó a apagarse hasta su muerte», reconoce a LOOK su buen amigo, Antonio Montiel. Una versión avalada por las líneas de Mario Conde: «No hace mucho, no se si un par de años a lo sumo, cenamos juntos en Andalucía con él y con Pepita. Pocos días después, me llamó llorando para comunicarme el fallecimiento de su mujer. Desde ese día comenzó a morir», desliza su misiva.

2015: Mario y Chiquito coinciden en el  cumpleaños de un amigo común pero el humorista ya no era el mismo

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Mario Conde ha escrito varios libros, como el de ‘Memorias de un preso’ en 2009. Fuera de las cámaras y de los focos, tanto él como Chiquito seguían organizando comidas en el campo a lo largo de los años / Gtres

En efecto, Pepita se marchó para siempre tras más de cincuenta años al lado de Gregorio. Todo un varapalo que ni el buen amigo del cómico, Mario Conde, pudo arreglar aunque hubieran retomado contacto con él tras su salida de la cárcel en 2008. «Mario estuvo en el funeral de Pepita. Después, una de las últimas veces que coincidieron fue hace dos años en el cumpleaños de Ramón Jiménez (director del Hotel Golf de Antequera), a quien Chiquito conocía desde que Ramón le diera un premio en su hotel», recuerda Montiel.

Ya en aquel cumpleaños, todos los presentes se dieron cuenta de que ni todos los chistes del mundo fueron capaces de mantener al ‘Condemor’ en buen estado de ánimo. Chiquito de la Calzada echaba de menos a Pepita y redujo sus bolos hasta desaparecer del panorama nacional. El cómico quiso vivir sus últimos años «tranquilo y como cualquier otro jubilado en su querida Málaga», tal y como confesó a LOOK días antes de su fallecimiento Arturo del Piñal, representante del artista.

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Antonio Montiel, buen amigo de Chiquito, rescata esta pintura que le hizo al humorista en el rastrillo Nuevo Futuro de 2004 / Foto cedida por Antonio Montiel

El profundo cariño que el exbanquero profesó a Chiquito motivó que quisiese compartir unas sentidas palabras a la persona a la que conoció una noche de verano en su residencia de Estepona y que fue para él mucho más que el cómico que después se haría tan popular para toda España en los noventa. «Fueron muchas las horas que pasamos juntos (…) Ha muerto una gran persona humana, alguien que penetró en nuestra familia como un miembro más. Descanse en paz, en su nueva ‘pradera’ de la eternidad», desliza el relato de Conde.

Por su parte, Antonio Montiel presentará este viernes en el Ayuntamiento de Antequera una exposición de su pintura a las 20:00h donde hará homenaje al difunto: «No hemos podido recuperar el cuadro que le pinté con su mujer porque ahora mismo su casa está precintada, pero he encontrado otra del rastrillo Nuevo Futuro del año 2004», concluye el pintor dejando claro que ninguno de sus amigos le olvidarán. Tampoco Mario Conde.

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