Carlos Fernández, exconcejal de Marbella: "El regalo de pedida de Julián a Isabel Pantoja fue el apartamento de Guadalpín"
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Carlos Fernández ha vuelto ha echar leña al fuego en la vinculación de Isabel Pantoja con la ‘Operación Malaya’. El exconcejal, prófugo de la justicia en Argentina desde hace doce años, ha roto su silencio para reavivar el fuego de uno de los temas que más espacio ha ocupado en los medios de comunicación durante los últimos años, la trama corrupta que protagonizaron Julián Muñoz y su entonces novia, Isabel Pantoja.
Si existe un escenario por excelencia que pueda rendir buena cuenta de aquel mediático romance, ese es el Hotel Gauadalpín. Un complejo de apartamentos de lujo que, según apuntaron muchos, fue el lugar donde la folclórica y Julián Muñoz comenzaron a consumar su idilio sentimental. Muchos fueron los rumores que se cernieron sobre este inmueble, donde Isabel era propietaria, y es que se convirtió en el germen de una turbulenta relación amorosa donde la malversación y el engaño se convirtieron en los principales ingredientes.
Julian e Isabel protagonizaron el escándalo más mediatizado de los últimos veinte años/Gtres
«El regalo de pedida de Julián Muñoz a Isabel Pantoja fue el apartamento de Guadalpín», ha contado Carlos Fernández en el ‘Programa de Ana Rosa’. El que fuera concejal de deportes durante la alcaldía de Jesús Gil, ha arremetido duramente contra el que un día fue su adversario político, Julián Muñoz. Según el prófugo, el exnovio de la tonadillera escondía tras su porte impasible una personalidad bastante diferente a la que se empeñaba a mostrar frente a los medios. «Julián era un un hombre inseguro con la autoestima muy baja. Su único punto de fortaleza era Maite Zaldívar», cuenta el malagueño afincado en Argentina, y añade: «Cuando empieza con Pantoja le veía enfermo y obnubilado».
Según el exconcejal marbellí, Muñoz hizo todo lo que estuvo en su mano para conseguir alcanzar su principal objetivo, «ser más que Gil». Un propósito que vio cumplido cuando, tras ejercer de alcalde en funciones después de la destitución de Jesús Gil, revalidó su poder en las urnas bajo en brazo de la cantante. Este hecho hizo que Carlos Fernández, enemistado con Jesús Gil después de que este le acusara públicamente de «ladrón» a consecuencia de la malversación de fondos en un equipo de fútbol local, se tuviera que unir a su enemigo para intentar derrocar a ‘Cachuli’ en una moción de censura. «Me tuve que unir a mi enemigo para intentar echar a Julián del Ayuntamiento», dice el malagueño, que añade que su clara intención era convertirse en alcalde de Marbella.
Carlos Fernández, Marisol Yague e Isabel García Marcos durante la toma de posesión de la alcaldía de Marbella/Gtres
«Isabel Pantoja me deseó la muerte»
Sin pelos en la lengua el exconcejal, que lleva dos días seguidos hablando en ‘El programa de Ana Rosa’, está reabriendo el cajón de los truenos en la ya finiquitada relación entre Isabel Pantoja y Julián Muñoz. Un noviazgo, en el que según él, la tonadillera nunca estuvo enamorada. «Isabel Pantoja nunca estuvo enamorada de Julián Muñoz, ella se enamoró de todo lo que le rodeaba y significaba estar con el alcalde de Marbella», cuenta Carlos Fernández, que recalca con cierta sorna el poco atractivo físico del exedil.
Como broche de oro, el malagueño ha querido recordar un episodio que vivió con la cantante de ‘Marinero de luces’, en el que esta le llegó a desear la muerte: «Isabel Pantoja llegó a decir que si me moría, ella se sentiría contenta». Además recalca que, pese a que él no es una persona muy creyente en las llamadas ‘ciencias ocultas’, podría haber sentido temor ante posibles «maldiciones o muñecos de vudú» que la reina de la copla habría usado en su contra.
Un total paroxismo que rodea a el que ha sido el mayor escándalo de corrupción en España de los últimos años, y que aún a día de hoy concentra el interés de los medios de comunicación. Fama, poder, y malversación. Potentes aliños propios de un ‘culebrón’, que en este caso, tuvo como emplazamiento el consistorio marbellí.