Las terribles consecuencias físicas que ser gimnasta ha provocado en Almudena Cid
Ser gimnasta ha traído a la vida de Almudena Cid miles de éxitos. Sin embargo, el sabor que se quedó en su día a día al abandonar su profesión fue agridulce y lo ha revelado este sábado en ‘Viva la vida’. Ahí se dio cuenta de que se había visto obligada a alejarse de su familia y de que no vio crecer a sus hermanos. Tampoco creció al ritmo de ellos. Aunque esta no es la única consecuencia que el deporte trajo a su vida. «He tenido dolores crónicos y he soportado muchos dolores. Se me ha quedado un dolor de cadera y un dolor muy grande en los pies. Sé convivir con ello…», ha confesado la también esposa de Cristian Gálvez.
[Almudena Cid se desnuda en las redes]
Un sinfín de dolores que se suman a ciertas cotidianas a las que Almudena Cid tuvo que renunciar. «Recuerdo cuando competía que ni me podía lavar la cara con los codos apoyados en el lavabo porque se me cargaba la espalda. Todavía lo sigo haciendo», ha comentado. Aunque este no es el único momento difícil que ha vivido: «El deporte me ha puesto en evidencia a mí misma, vivir situaciones muy críticas como competir con una ciática o jugármela todo en 90 segundos».
Fue cuando abandonó su profesión y decidió ser actriz y escritora, cuando contrajo matrimonio con el presentador y aunque afirma estar inmensamente feliz junto a él, un escollo se puso en el camino de ambos. Este no era otro que la presión social: «He tenido incluso pesadillas por la presión de ser madre. Con el propio agobio que me entró llegué a decir que igual no quería ser madre», ha dicho Almudena.