Belleza

Champú sólido, una tendencia que ha llegado para quedarse

¡Tiene múltiples beneficios para el cabello y para el medio ambiente!

Champú sólido
Champú sólido

El cambio climático es una realidad, y cuidar el medio ambiente es tarea de todos. Y lo cierto es que es mucho más fácil de lo que la mayoría se piensa. Basta con cambiar ciertos hábitos, como por ejemplo cambiar nuestro champú de toda la vida, que viene en un bote de plástico y está formulado con sustancias químicas, por un champú sólido. Está elaborado con ingredientes 100% naturales y es una maravilla para el cuidado del cabello.

Está basado en jabones puros con fórmulas de jabonería artesanal y tradicional. El champú se obtiene a través de la saponificación de un determinado aceite, como el de coco o el de almendra, y luego se le añaden extractos de plantas o aceites.

Pero, ¿realmente merece la pena apostar por el champú sólido? Por supuesto que sí. Aunque parezca que todo lo que tiene que ver con el cuidado del medio ambiente es más caro, en este caso no es así. Supone un gran ahorro a medio y largo plazo porque una pastilla dura entre 80 y 90 lavados, nada más y nada menos.

Los beneficios para el entorno natural son más que evidentes. Para su elaboración se necesita menos agua porque no hay que añadir sustancias químicas como los parabenos o los emulsionantes a la fórmula. Este tipo de componentes son habituales en la cosmética industrial y a la larga acaban irritando el cuero cabelludo. Por supuesto, el packaging es sin plástico. Las marcas suelen utilizar papel reciclado y biodegradable, y el proceso de fabricación es 100% sostenible.

En lo que respecta al cuidado de la melena, los champús sólidos no tienen ingredientes agresivos. Por lo tanto, limpian en profundidad el cuero cabelludo respetando su pH natural y saneándolo.

¿Cómo se utiliza?

Hasta aquí todo bien. Pero, ¿realmente es cómodo y sencillo de utilizar? Lo cierto es que sí. Tienes dos opciones.

Una vez tengas el cabello mojado puedes pasar la pastilla por él. Luego masajea la espuma con las yemas de los dedos, haciendo una presión muy ligera en el cuero cabelludo. O, si lo prefieres, puedes frotar el champú sólido en las palmas de las manos y luego masajear la espuma por el pelo.

Para terminar aclara con abundante agua tibia y termina con un último chorro de agua fría para cerrar los folículos pilosos, ¡y listo! ¿Ves que fácil es?

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