Adiós al rímel: el sencillo truco de Hailey Bieber para lucir unas pestañas largas y naturales
La clave está en la técnica y la seguridad de los productos utilizados
Algunas personas prefieren usar gel fijador de cejas,
Usar un rizador de pestañas es la base

Cada vez hay productos de maquillaje más sofisticados, y por esto muchas personas buscan alternativas más naturales, prácticas o menos agresivas para realzar su belleza. En el caso de las pestañas, el rímel o máscara ha sido el recurso tradicional por excelencia, pero no está exento de inconvenientes: puede resecar los pelitos, provocar alergias, mancharse con el sudor o requerir desmaquillado agresivo al final del día. Por eso, cada vez gana más popularidad un truco sencillo, accesible y eficaz para dar volumen y curvatura sin una gota de maquillaje: usar un rizador de pestañas seguido de gel de peinado o incluso gomina.
Es el que usa Hailey Bierber para que las pestañas estén cada vez más largas. La clave está en la técnica, la seguridad de los productos utilizados y la constancia. Este método, que ya circula en redes sociales y foros de belleza como una alternativa minimalista al rímel, se basa en dos pasos esenciales. Primero, se riza la pestaña para abrir la mirada, y luego se fija la forma con un gel transparente que aporte estructura sin dejar residuos. Algunas personas prefieren usar gel fijador de cejas, mientras que otras optan por gomina común aplicada con cuidado. Este truco no solo permite lucir pestañas más largas y espesas sin maquillar, sino que también protege los folículos al evitar el uso diario de productos pigmentados y desmaquillantes agresivos. Además, es ideal para quienes llevan extensiones, lentes de contacto o desean un look natural, limpio y duradero.
El poder del rizador para pestañas: apertura instantánea
El primer paso de este truco consiste en rizar las pestañas, una técnica que puede cambiar por completo la expresión del rostro si se realiza bien. Es una herramienta poderosa para levantar y dar curvatura sin añadir productos. Lo recomendable es usar uno de calidad, preferentemente con almohadilla de silicona para evitar el quiebre del pelo. Se debe calentar ligeramente con el secador (solo unos segundos) para potenciar su efecto —cuidando siempre que no esté demasiado caliente— y aplicar en la base de las pestañas con suavidad, presionando durante unos 10 segundos.
La British Association of Dermatologists señala que, si se usa correctamente, el rizador no daña la pestaña natural y puede ser una herramienta segura en la rutina diaria. Además, mejora la percepción de volumen al levantar el pelo desde la raíz. Un consejo adicional es repetir el proceso a mitad del largo y en la punta para lograr una curva más natural. Esta técnica, sin necesidad de rímel, ya transforma el ojo, dándole un aspecto más abierto y descansado.
Gel fijador o gomina: el secreto para mantener la forma
Una vez rizadas las pestañas, el siguiente paso es aplicar un producto que fije la curvatura. Aquí entran en juego el gel de cejas transparente o incluso una pequeña cantidad de gomina sin alcohol. La idea es usar un cepillo limpio de rímel (lavado y seco) para aplicar una capa ligera del producto sobre las pestañas, desde la raíz hasta las puntas, con movimientos ascendentes. Esto no solo ayuda a mantener la forma durante todo el día, sino que también añade una ligera textura que simula el efecto del rímel sin agregar pigmentos.
Es importante elegir fórmulas suaves, preferentemente hipoalergénicas y sin fragancias, para evitar irritaciones en la zona ocular. La European Academy of Dermatology and Venereology recomienda evitar productos con alcohol cerca de los ojos, ya que pueden secar la piel o provocar enrojecimiento. El gel fijador de cejas suele ser más adecuado por su fórmula ligera y específica para uso facial, aunque hay personas que prefieren gominas capilares libres de ingredientes agresivos. La aplicación correcta permite que las pestañas luzcan peinadas, con volumen y separadas, sin riesgo de manchones ni grumos.
Cepillos limpios y buena higiene para las pestañas
Un aspecto clave para que esta técnica sea efectiva y segura es el uso de cepillos limpios. No es recomendable reutilizar cepillos con residuos antiguos de rímel, ya que podrían transferir bacterias o endurecer el pelo. Lo ideal es limpiar los cepillos con agua y jabón suave tras cada uso, o adquirir cepillos descartables que se venden en packs y permiten una higiene más rigurosa. Esto también evita la acumulación de producto que puede apelmazar las pestañas o generar infecciones como la blefaritis.


Asimismo, es recomendable lavar los párpados y pestañas cada noche con agua tibia y un limpiador suave. Esto mantiene los folículos libres de residuos y favorece un crecimiento sano y uniforme. Un pequeño masaje con aceite de ricino por las noches puede también fortalecer las raíces y promover unas pestañas más densas con el tiempo.
Alternativas naturales y cuidados complementarios
Para quienes desean potenciar aún más el volumen de sus pestañas sin maquillaje, existen tratamientos naturales que pueden incorporarse a la rutina. Algunos aceites como el de ricino, almendras o vitamina E han demostrado propiedades humectantes que fortalecen la fibra capilar. Aplicados con cuidado con un hisopo o cepillo por la noche, pueden contribuir a una pestaña más espesa y resistente.