Los frentes abiertos del Rey Carlos a 100 días de su Coronación

La cuenta atrás ya ha comenzado. Quedan apenas 100 días para una de las citas más importantes del año: la Coronación del Rey Carlos III. Un evento de gran relevancia histórica a todos los niveles, ya que será la primera ceremonia de estas características de un rey británico en más de siete décadas. Desde las redes sociales de la Casa Real Británica ya han anunciado esta cuenta atrás, con algunos posts en los que han compartido parte del programa previsto para la gran fiesta de Carlos III

1️⃣0️⃣0️⃣ days to go until the Coronation!

Here’s a recap of what to expect over the Coronation Weekend👇

(1/6) pic.twitter.com/O09pj6gcli

— The Royal Family (@RoyalFamily) January 26, 2023

Poco a poco se han ido dando a conocer algunos detalles de esta importante celebración que, aunque tendrá un perfil más discreto que la de la Reina Isabel, promete ser un acontecimiento solemne e inclusivo. Será el 6 de mayo -fecha que, por cierto, coincide con el cumpleaños del hijo mayor del príncipe Enrique-, cuando comiencen los actos, que se prolongarán a lo largo del fin de semana.

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Una Coronación que, tal como ha confirmado el Palacio de Buckingham, tiene por objetivo «reflejar el papel actual del monarca y mirar hacia el futuro, sin por ello dejar de lado las tradiciones de antaño». Según se ha confirmado, el acto principal será el 6 de mayo en la Abadía de Westminster, pero habrá otros actos en las jornadas siguientes.

Una celebración que se produce en un momento complicado para el Rey Carlos III. Con apenas unos meses de reinado, el monarca tiene varios frentes abiertos, la mayoría de ellos, curiosamente, de índole privada o familiar. Las crisis generadas por los duques de Sussex o el príncipe Andrés son quizás los problemas más preocupantes, a lo que hay que añadir también la importancia de fortalecer las relaciones con los miembros de la Commonwealth, con el objetivo de que se mantenga.

A sus más de 70 años, sobre el nuevo monarca pesa el enorme peso del legado de su madre. Para Carlos es muy difícil competir con la herencia de la Reina Isabel, una figura de enorme trascendencia a todos los niveles, que supo cómo mantener su papel a pesar del paso del tiempo y de los cambios en la sociedad. De carácter prudente y tranquilo, la monarca era mucho más templada que su hijo que, a lo largo de los años ha protagonizado sendas polémicas, tanto por cuestiones relacionadas con su vida personal, como por expresar opiniones políticamente inapropiadas en un gobernante. Isabel II supo convertirse en una suerte de figura inmutable y permanente, una tarea que Carlos, a pesar de tener todas las capacidades y la preparación para ser un buen rey, tiene más difícil. Quizás por su carácter más ‘revolucionario’.

Si hay algo que amenaza de manera especial esta primera etapa del reinado de Carlos III esto es, sin duda, la situación familiar. La Coronación se va a producir en un escenario en el que la reconciliación con el príncipe Enrique parece imposible y las críticas del duque de Sussex hacia su familia han creado un clima de incomodidad y desconfianza. El príncipe Enrique no ha sido excluido de la ceremonia, pero su papel va a ser irrelevante. Lo mismo ocurre con el duque de York que, recientemente ha estado de nuevo en el punto de mira por la posibilidad de que Virginia Giuffre publique un libro con detalles de sus presuntos encuentros, coincidiendo, por cierto, con la fecha de la Coronación. Un nuevo quebradero de cabeza para el Rey Carlos, al que parece que el destino no está dispuesto a dar tregua.