El insólito movimiento de Joaquín de Dinamarca tras la polémica de su hermano

Desde la pasada semana, en la esfera royal y, especialmente en Dinamarca y España, todas las miradas están puestas en el príncipe Federico. La publicación del reportaje del heredero junto a la mexicana Genoveva Casanova ha revolucionado la esfera royal aunque desde la Casa Real no han hecho declaraciones al respecto, más allá de decir que no hacen comentarios sobre la vida privada de los miembros de la Familia Real.

En un momento clave para la monarquía danesa, con la reciente mayoría de edad del príncipe Christian y el paso adelante que acaba de dar el hijo mayor del príncipe Federico de Dinamarca, ahora el príncipe Joaquín vuelve a acaparar titulares. El hijo menor de la reina Margarita ha pasado por una etapa complicada, después de que la soberana retirara los títulos a sus hijos para redecir el número de miembros de la Familia Real. Una decisión que, el pasado año, generó muchas tensiones en Dinamarca y que acabó con el traslado de la familia de Joaquín a Estados Unidos, aunque, en teoría, por motivos ajenos a la crisis familiar.

Sin embargo, ahora Joaquín está dispuesto a dar un paso adelante. Según han publicado medios locales, el hijo menor de la reina Margarita estaría planteándose adquirir una nueva residencia a las afueras de la capital danesa. Una noticia que ha pillado por sorpresa, ya que no hace tanto que la familia se instaló en Washington, dando carpetazo a su etapa en París. Es más, el pasado verano vendieron la suntuosa propiedad que poseían en Klampenborg, que compraron por 4,7 millones de euros y la revendieron por 5,9 millones.

Una nueva base en Dinamarca

No obstante, el semanario Se og Hoer ha revelado que la pareja acababa de comprar una residencia en la cotizada localidad de Vedbaek, a pocos kilómetros al norte de su antigua residencia, en las afueras de Copenhague, muy cerca del Palacio de Fredensborg. Una zona tranquila que, desde el siglo XVIII, se convirtió en un lugar de descanso ideal para familias adineradas que querían huir del bullicio del centro.

La villa en cuestión fue construida en 1944 y, aunque es más discreta que su anterior residencia, destaca por su carácter romántico y su luminosidad, con pintura exterior de color rosa. El citado medio se ha puesto en contacto con la responsable de comunicación de la Casa Real, que se ha limitado a confirmar la venta de la otra propiedad de los príncipes y la compra de una nueva, que será base de operaciones de la pareja en el tiempo en el que esté en Dinamarca, sin entrar en más detalles. Quizás esta decisión haya estado motivada por el deseo del príncipe Joaquín de estar cerca de su madre, tras sus problemas de salud y aprovechar para apoyar a su hermano tras la reciente polémica.

Sí que ha trascendido que la casa ha costado aproximadamente 3,4 millones de euros y tiene una superficie de 300 metros cuadrados más 130 de sótano, en una parcela de seis hectáreas. En la misma zona residen algunos de los rostros más conocidos del panorama social danés, aunque es un área en la que se han producido algunos robos, por lo que está catalogada como de riesgo.