El misterio del vestido de novia ‘perdido’ de Diana de Gales
Diana de Gales se guardaba un as en la manga por si la prensa publicaba antes de tiempo algún dato de su vestido de novia
Descubrimos a la ‘doble’ de Diana de Gales que arrasa en las redes
Las tarjetas ‘picantes’ de Diana de Gales a Constantino de Grecia alcanzan las 7000 libras
Diana de Gales ‘se cuela’ en el homenaje que repasa la vida del rey Carlos
Aunque a día de hoy es habitual que las novias lleven dos y hasta tres vestidos diferentes en su gran día, antes esto no era tan normal, sino que en un día tan especial como el de su boda, las mujeres solían lucir un único diseño. Cosa diferente era que, en el caso de rostros conocidos, jugaran al despiste para evitar filtraciones y barajaran diferentes posibilidades hasta el último momento. Esto es, precisamente, lo que ocurrió en el caso de Diana de Gales.
El 29 de julio de 1981, Lady Diana Spencer acaparó las miradas del mundo entero cuando llegó a la Catedral de San Pablo en compañía de su padre con un espectacular modelo de David y Elizabeth Emmanuel que se convirtió en paradigma de una época. Un maravilloso vestido que encarnaba a la perfección los excesos de la década de los ochenta, con mangas abullonadas, adornado a mano con 10.000 lentejuelas y perlas de nácar y con una impresionante cola de casi ocho metros. Un look que representaba a la perfección la majestuosidad de una boda real, el enlace de un príncipe de Gales, heredero de la Corona, con una mujer aristócrata a la que ya entonces la mayoría de los británicos adoraban.
Boda de Diana de Gales y el rey Carlos en Londres. / Gtres
Lo que no muchos sabían entonces es que Diana tenía un vestido de repuesto. Así lo ha confirmado en unas declaraciones a la revista Hello! una de las creadoras del diseño, Elizabeth Emmanuel. «El vestido de novia de repuesto se hizo en caso de que se filtraran los detalles del vestido real. Afortunadamente, nunca se usó», ha dicho la modista, que ha revelado que estaba confeccionado en tafetán de seda de color marfil pálido con detalles festoneados bordados en el dobladillo y las mangas. Asimismo, contaba con perlas en la zona del corpiño.
Vestido original de la boda de Diana de Gales. / Gtres
Ha sido ahora cuando se han conocido todos los detalles de este diseño que nunca tuvo que lucir la Princesa, dado que pudo llevar su modelo original. El vestido de repuesto era bastante similar al original, con escote en v y falda abullonada, pero con algunas diferencias, como es lógico. Los encargados del diseño guardaron el secreto con celo, ya que la propia Diana así se lo pidió. «Nuestro personal era maravilloso y muy leal y no hablaba con nadie. Y también porque teníamos el vestido guardado todas las noches en un armario de metal custodiado por dos guardias, Jim y Bert. Así que había alguien allí las 24 horas del día y pusimos persianas en todas nuestras ventanas, y también pusimos hilos de colores falsos en los contenedores de basura porque la gente estaba revisando nuestros contenedores”, ha contado Elizabeth.
Boda de Diana de Gales y el rey Carlos en Londres. / Gtres
Este vestido de repuesto no fue la única creación que los diseñadores elaboraron para Diana de Gales con motivo de su boda, sino que también se les encargó un vestido en color rosa intenso para un baile previo a la boda en el Palacio de Buckingham. «La tela era un rico tafetán de seda en un rosa impactante. Tenía un escote pronunciado y estaba cortado hasta la rodilla», ha contado Elizabeth, que asegura que la Princesa estaba impresionante con él.