ACTO ATÍPICO

Máxima de Holanda, una reina entre ovejas

Máxima y Guillermo de Holanda en las islas Wadden. / Gtres
Máxima y Guillermo de Holanda en las islas Wadden. / Gtres
  • Diana Torres
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Después del viaje al Reino Unido con motivo de la Coronación de Carlos III, Máxima y Guillermo de Holanda se han visto obligados a dar continuidad a sus respectivos quehaceres al frente de la Corona. En esta última ocasión, el matrimonio real ha tenido oportunidad de escaparse hasta las islas Wadden, ubicadas en las provincias de Holanda Septentrional y Fryslån. Esta es una de las regiones más visitadas de los Países Bajos, habiendo sido nombrada Patrimonio Mundial de la UNESCO hace más de una década. Sin duda alguna, una zona muy importante para el país, motivo por el que los padres de Amalia de Holanda no han querido dejar pasar la oportunidad de visitarla.

Máxima y Guillermo de Holanda en las islas Wadden. / Gtres

Máxima y Guillermo de Holanda en las islas Wadden. / Gtres

Ha sido durante esta misma mañana a primera hora cuando el soberano holandés y su esposa han llegado en helicóptero y a primera hora dispuestos a dar pistoletazo de salida a una de sus jornadas más atípicas hasta la fecha. Y es que, los reyes se han desplazado hasta la granja de ovejas de Wadden, en la cual han podido hablar largo y tendido sobre cómo quienes están pendientes de ella pueden adaptar todo al clima y asegurar su perseverancia de cara al futuro, sobre todo teniendo en cuenta que depende primordialmente del agua de lluvia y de una tubería que les hace un suministro de este bien tan preciado. Un momento en el que Máxima y Guillermo han podido sacar a relucir su lado más humano, sentándose en balas de paja con el resto de trabajadores de la granja sin ningún tipo de reparo y dejando que estos animales interactúen con ellos mientras ellos mismos les acariciaban en señal de afecto.

Máxima y Guillermo de Holanda en las islas Wadden. / Gtres

Máxima y Guillermo de Holanda en las islas Wadden. / Gtres

En esta ocasión, Máxima de Holanda se ha decantado por un traje de dos piezas en color rosa empolvado. Un estilismo que ha combinado con una diadema con volumen a tono, pendientes de piedra rosas, cartera de mano y zapatos de tacón ancho para caminar con total comunidad en un enclave tan complicado. Un look impecable aunque quizá no lo suficientemente adecuado para el sitio, ya que puede que un traje y unos tacones no sean una opción muy favorable para andar entre el suelo repleto de paja propio de una granja. Por su parte, Guillermo de Holanda ha vestido con un traje de chaqueta oscuro y corbata, y ambos han apaciguado las lluvias con unas gabardinas clásicas de Burberry.

Máxima y Guillermo de Holanda en las islas Wadden. / Gtres

Máxima y Guillermo de Holanda en las islas Wadden. / Gtres

Una vez han puesto el broche de oro a esta cita, los reyes han puesto rumbo a una reunión de gerencia de playas con los profesionales pertinentes, tratando temas como las aduanas y las organizaciones sin ánimo de lucro que se dedican a limpiar el plástico que está presente en la costa y que provoca la aceleración del calentamiento climático, un problema cada vez más presente no solo en los Países Bajos, sino en todos los rincones a lo largo y ancho del globo.

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