Máxima de Holanda se monta un ‘Got Talent’ en Palacio
La argentina vuelve a demostrar por qué es una de las reinas más entrañables del mundo
Si hay una royal que podía acoger un concurso de talentos en palacio esta es, sin duda, Máxima de Holanda. La argentina ha recibido en el Salón del ADN de Huis ten Bosch a tres de los participantes del concurso televisivo ‘Lang Leve de Muziek Show’ (Larga vida al espectáculo musical), que el próximo 18 de diciembre estarán en el Concierto de Navidad que presidirá la monarca. Una cita muy especial a la que también acudirán más de un millar de niños como parte del programa Méér Muziek in de Las, del que Mázima es presidenta de honor.
Los afortunados que han podido compartir un rato con la Reina han sido Marijn, Rianna y Jamiro, que han mostrado a la argentina sus habilidades musicales con el acordeón, la batería y la voz. La monarca se ha mantenido en todo momento muy interesada por los pequeños e incluso ha intentado aprender algunas de las técnicas vocales para relajar la musculatura del rostro antes de empezar a cantar. En un momento, la hemos podido escuchar decir ¡bravo! cuando uno de los niños le explicaba cómo se preparaba antes de las actuaciones.
Marijn, Rianna en Jamiro zijn voor @meermuziekklas op bezoek bij Koningin Máxima. Morgen om 18.25 uur is er een nieuwe aflevering van de Lang Leve de Muziek Show op NPO Zapp. Alle deelnemende klassen in deze muzikale spelshow treden op tijdens Het Kerst Muziekgala 2019. pic.twitter.com/9ilmQWgCLJ
— Koninklijk Huis (@koninklijkhuis) November 29, 2019
No es la primera vez que Máxima mantiene un encuentro de estas características con los más pequeños, sino que ya el pasado años la vimos disfrutando con los participantes del concurso en su anterior residencia, Villa Eikenhorst.
Estas divertidas imágenes de Máxima de Holanda se publican justo cuando hace unos días era el rey Guillermo el que mostraba su faceta más entrañable colaborando en uno de los programas de la Fundación Orange, que preside la pareja. El monarca se trasladaba hasta la isla de la Koudenhoorn para ejercer como voluntario y acompañar a un hombre de 95 años en un paseo en bicicleta por la isla. Una inolvidable jornada en la que el Rey disfrutó casi tanto como todos aquellos que pudieron pasar un rato junto a él.