Con la tiara más valiosa y un vestido remodelado: Mary Donaldson deslumbra en su primera cena de gala

Casi cuatro meses después de la proclamación del hijo mayor de la reina Margarita como nuevo jefe del Estado, el rey Federico y su esposa, Mary Donaldson, han protagonizado su primer viaje de Estado. El matrimonio ha puesto rumbo a Suecia en la mañana de este lunes, donde ha sido recibido con honores por el ejército del país, así como por la reina Silvia y el rey Carlos Gustavo, y los príncipes herederos Victoria y Daniel. Los mismos que ya bien entrada la tarde, han organizado una gran cena de gala en el Palacio Real de Estocolmo, la residencia oficial y el mayor de los palacios de la monarquía sueca, ubicada en en Stadsholmen, en Gamla Stan.

Ha sido poco después de las 19:30 horas de la tarde cuando el rey Federico y su esposa han abandonado el yate real Danneborg en el que se hospedan durante su estancia en Suecia, para hacer acto de presencia en el enclave real. Ambos se han mostrado muy sonrientes, y han mostrado la excelente relación entre las dos casas reales, además de cumplir a la perfección con el protocolo del lujoso banquete, que requería el uso de chaqué y condecoraciones para los caballeros, y vestidos largos, tiaras y exquisitas joyas para las damas.

Mary ha lucido un impresionante vestido dorado remodelado del danés Jesper Høvring, que ya le habíamos visto cuando aún era princesa, al que ha añadido una tela de encaje rojo a modo corpiño. La primera vez que Mary Donaldson se enfundó en este modelo fue en la cena de Año Nuevo de 2017, y presentaba el cuerpo también dorado, a juego con la falda. Después, la reina volvió a ponérselo durante el jubileo de la reina Margarita, esta vez adornado con una capa de encaje negro sobre el conjunto.

Por lo que respecta a las joyas, la natural de Australia ha escogido la tiara más valiosa de su joyero, que está precisamente relacionada con la historia de la corona sueca. Se trata de la diadema de rubíes, con collar a juego, que fue testigo de la coronación de Napoleón el 2 de diciembre de 1804 en la Notre-Dame, en París, y que la reina Ingrid, la madre de Margarita II y tía de Carlos Gustavo de Suecia, legó a su nieto Federico, para que éste, entonces  príncipe heredero, pudiera cedérsela a la que fuera su futura mujer. La tiara está realizada con diamantes y rubís y representa adornos florales.

En esta ocasión, además de la tiara, Mary ha llevado los pendientes, el brazalete, el anillo, el collar y el broche, sujetando la banda sueca de la Orden de los Serafines. Del mismo modo, la esposa del rey Federico ha lucido el retrato de Family Order de su marido, que estrenó recientemente en sus primeras fotografías oficiales como reina de Dinamarca.

El viaje de Estado de Federico y Mary de Dinamarca