Lady Sarah: la ‘Celestina’ de Carlos y Diana que evitó ser princesa de Gales
Lady Sarah fue la que presentó al entonces príncipe Carlos a Diana Spencer
Fue una de las mujeres con las que se relacionó al hijo mayor de la Reina Isabel cuando todos esperaban su compromiso
Diana de Gales no fue la única de las mujeres de la familia Spencer en la vida del rey Carlos III. Su hermana mayor, Lady Sarah, conocía al entonces príncipe de Gales de antes, de hecho, ella fue la encargada de presentar a la pareja, de ejercer como inesperada ‘Cupido’ de una pareja que tendría un papel decisivo en la historia de la monarquía.
A diferencia de su hermano -el conde Spencer-, o de la propia Diana, Lady Sarah siempre se ha caracterizado por tener un perfil más bien discreto, y por preferir mantenerse en un segundo plano. Sin embargo, su papel fue fundamental en la historia de amor de los anteriores príncipes de Gales, ya que fue ella la que los presentó, a pesar de haber sido novia y confidente del propio Carlos, a la pareja, según contó tiempo después.
Lady Sarah, en una imagen de archivo. / Gtres
Lady Sarah fue también, con el paso de los años, una de las personas del círculo de confianza de Diana de Gales a lo largo de su vida, así como de sus hijos tras la muerte de su madre. De hecho, ha estado presente en algunos de los momentos más importantes de la vida de los príncipes Harry y Guillermo, con los que mantiene una relación muy estrecha. La que fuera cuñada del rey Carlos ha seguido muy de cerca los pasos de sus sobrinos, sobre todo, después de que perdieran a su madre de manera trágica.
Nacida el 19 de marzo de 1955, Lady Sarah es la mayor de las hijas del octavo conde Spencer y Frances Shand Kydd, por delante de Lady Jane, Charles Spencer y Lady Diana. Siempre se ha dicho que mantuvo un breve romance con el entonces príncipe Carlos a finales de los años 70, al que conoció en un partido de polo. Es más, durante unos años, se especuló con la posibilidad de que fuera ella la que acabara convertida en princesa de Gales, sin embargo, no fue así.
Lady Sarah, en una imagen de archivo, con el rey Carlos III. / Gtres
En 1978, Lady Sarah puso fin abruptamente a los rumores de compromiso con el hijo mayor de la Reina Isabel tras pasar unos días de vacaciones en la estación suiza de Klosters. En unas breves declaraciones a los medios, la hermana de la princesa Diana de Gales dijo que habían sido unas vacaciones maravillosas pero que, en ningún caso había intención de compromiso, porque no estaba enamorada de Carlos: «No hay ninguna posibilidad de que me case con él. No estoy enamorada de él. Y no me casaría con nadie a quien no amara, ya fuera el basurero o el rey de Inglaterra», recalcó tajante, al tiempo que aseguró que, si Carlos le pidiera matrimonio, lo rechazaría.
Lady Diana de Gales, con sus hermanas. / Gtres
Inesperada Celestina
A pesar de que la relación entre Carlos III y Lady Sarah no llegó a buen puerto, ella le presentó a su hermana menor, con la que tenía una relación muy estrecha. De hecho, cuando Diana se mudó a Londres, compartió piso con Sarah y, según Andrew Morton, la mayor le encargaba gran parte de las tareas de limpieza. En aquella etapa fue cuando el romance entre Carlos y Diana empezó a concretarse, al tiempo que la propia Sarah encontró a su particular ‘príncipe’ en Neil McCorquodale, un granjero y ex oficial de la Guardia Coldstream. La pareja se casó en una modesta ceremonia en mayo de 1980, muy cerca de la casa familiar de Althorp, donde se celebró la posterior recepción. Una boda que nada tuvo que ver con el multitudinario enlace de los anteriores príncipes de Gales, pero que ha dado como resultado una relación mucho más sólida.