Un viaje para la infanta
La infanta Cristina y sus hijos han disfrutado de unas vacaciones en los Grandes Lagos de Estados Unidos
La infanta Cristina puso mar y tierra de por medio y voló lejos con tres de sus hijos, en el que es ya el primer verano de su marido, Iñaki Urdangarin, en prisión. Para cuando se inaugurara una nueva temporada estival de la Familia Real en Mallorca, el último fin de semana de julio, ella estaría a miles de kilómetros. Más lejos que nunca, de hecho, techo y corazón. Fue mi compañero Antonio Rossi quien adelantó la noticia en exclusiva para el Programa del Verano. La infanta y tres de sus hijos habían tomado un vuelo el pasado 25 de julio con destino a Chicago. Allí, Cristina Urdangarin los recibiría para emprender un viaje en coche por la maravillosa ruta de lagos de Minnesota, algunos considerados mares cerrados por su vastísima extensión, todo un paraíso para practicar deportes náuticos. Este año no habría curso de vela en Palma, ni foto con los primos, ni salida a cenar con los reyes y la abuela reina. Cristina de Borbón buscó un lugar para perderse de todo y de todos, para alejarse y proteger a sus hijos de la vorágine informativa desatada – inevitable, por otra parte, – tras el ingreso de su marido en prisión.
Ese era el momento y la palabra más temida: ingreso. Significaba separación forzosa, esa en la que ella ya no podía decidir nada, ni pensárselo mejor, ni valorar el daño a la Institución. Ya no había nada que hacer, ni a quién llamar. Sólo quedaba aceptarlo y comenzar su vida sin él. En los meses previos a la maldita palabra, tenían claro que seguirían ‘unidos’. Ella iría a verlo cuantas veces se lo permitieran. Cinco días después del ingreso en el solitario módulo de hombres de la prisión de Brieva, allí estaba. Infanta de España, cuando nadie la veía, mujer entregada y contra todos. Era una cita en prisión, pero un encuentro al que no estaba dispuesta a renunciar para evitar la foto. Sólo habría que impedir la imagen y para eso también tenía un plan y… funcionó. Creo que la infanta nunca ha estado sola del todo. Hoy estoy más convencida que nunca.
Un mes y una semana después del ingreso de Urdangarin en Brieva, Cristina puso todo un océano de por medio. Necesitaba un viaje, largarse y dejar atrás los titulares de la cárcel y los que ya se ocupaban también de la investigación por parte de la Audiencia Nacional de los audios de Corinna – aquella señora con la que se fotografió en unos premios Laureus junto a su marido y su señor padre en 2006 – y el excomisario Villarejo, en los que implica al rey Juan Carlos en varios presuntos delitos. La situación se complicaba por momentos y ella se marchaba.
Corinna y el rey Juan Carlos coincidieron de manera pública en varias ocasiones, aquí junto a la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin / Gtres
Puedo entender cómo se ha sentido, sé que estuvo muy sola en Washington y también después en Ginebra y, sobre todo, que quiera proteger a sus hijos. Lo entiendo muy bien. Pero, pásmense, si es que les sorprende tanto como a mí. Imaginen. ¿Quién se encarga de todo? ¿Quién gestiona el viaje en avión? 4 pasajes en clase business para Cristina de Borbón y sus hijos, Juan, Miguel e Irene, cuyo precio supera los 3.200 euros cada uno (vuelos de Iberia 6275 y 4593, este último operado por American Airlines, a la ida, y el IB6274, a la vuelta). Confieso que no daba crédito. Que si cordón sanitario, cortafuegos con Zarzuela, que no quieren saber nada… ¿What?
El viaje de Cristina lo reserva Casa Real. La factura se paga en su totalidad, según me cuenta alguien que lo sabe. Mientras intento digerir esta información me asaltan dos dudas: ¿No es capaz la infanta de gestionar solita un viaje para ella y sus hijos? ¿Tienen que hacérselo todo? ¡Sigo sin dar crédito! Y la segunda, ¿Puede ser que finalmente ella haya pagado los billetes a la Casa?¿Podría ser? Podría ser todo algo más transparente también.
Este año no ha habido posado de los Urdangarin con la reina Sofía en Palma / Gtres
Me viene a la memoria aquella pregunta que le hizo el juez Castro, uno de los momentos más tensos de su largo interrogatorio en los juzgados de Palma el 8 de febrero de 2014, sobre los 1,2 millones de euros que don Juan Carlos le había transferido para la entrada de la casa de Pedralbes, en un intento de saber si se trataba de un préstamo o de una donación. Doña Cristina respondió que se trataba de lo primero y que tenía intención de devolvérselo. ‘Hasta el momento presente, ¿cuánto ha devuelto del préstamo?, le planteó Castro. La infanta aseguró que 150.00 euros, a lo que el instructor apuntó que si era la previsión de amortización. Ella repitió una y otra vez que no sabía los detalles, que no lo recordaba e incluso le confesó: ‘Ahora no estamos en condiciones de devolver nada’. El incisivo juez apuntó que si don Juan Carlos les había apremiado con acciones judiciales. Visiblemente molesta y con ojos lagrimosos, según me detalló en su momento algún testigo presencial, concluyó: ‘Al final es mi padre y se fía de mí’. Nadie le volvió a preguntar más por ello.
La infanta Cristina de Borbón e Iñaki Urdangarin durante el juicio del «Caso Noos» en Palma de Mallorca / Gtres
La infanta ya ha vuelto de su escapada de casi dos semanas a Estados Unidos. Llegaba este lunes muy temprano por la mañana, al filo de las 7.30. Viajaron en business y una furgoneta los recogió a pie de pista. Yo sé sí he querido preguntar a Casa Real, no por el préstamo; eso ya no tiene mucho sentido. Lo he hecho por el viaje, porque mi fuente me asegura que sí han intervenido en la gestión, que se han encargado ellos. Había que preguntar, que se explicaran. Mi interlocutor me contesta que no les consta nada «de lo que se refiere a la infanta Cristina al no ser miembro de la Familia Real». La respuesta es casi inmediata, lacónica, automática. No me sorprende, suele ser así. Insisto en en mis datos y la siguiente respuesta sí que me sorprende. Ya le consta algo más:»La persona que se ocupó no pertenece a la Casa». Me niegan la mayor. La negativa es rotunda, pero ocurre que mi información también. El viaje para la infanta lo gestionó directamente alguien desde Casa Real. No, parece que nunca ha estado del todo sola. Quizá haya una explicación. Quizá.