Iñaki Urdangarin: La Audiencia de Palma le vuelve a denegar el tercer grado
Urdangarin ya no quiere ser VIP
Si alguna vez fue especial, diferente o al menos así lo trataron, ahora reclama ser uno más, del montón, y un trato igualatorio frente a otros condenados por el caso Noos. La Audiencia de Palma volvió este martes a denegar a Iñaki Urdangarin el tercer grado y revocó también la concesión de un régimen más flexible, amparado en el artículo 100.2, avalado anteriormente por el Juzgado de Vigilancia Penitenciaria de Valladolid. Para el alto tribunal balear resulta demasiado pronto, “prematuro”. No ha cumplido ni la mitad de la condena. Urdangarin se siente discriminado. Otros sí lo han conseguido. Para él no hay tercer grado, de momento, y tampoco un fin de semana al mes de permiso.
La semana no ha empezado bien para Urdangarin/Gtres
Su defensa, encabezada por el abogado Mario Pascual, reclamó al alto tribunal que le tratara igual que a su exsocio Diego Torres y al expresidente balear Jaume Matas, quienes ya disfrutan del tercer grado. Clasificado en segundo grado, el régimen ordinario de la mayoría de los presos, Urdangarin pretende recibir un trato igualitario, como si no fuera el cuñado del rey Felipe ni yerno de los reyes padres. Ya no es duque, fue excluido de la Familia Real y rompió relaciones con la Zarzuela mucho antes de que le imputaran el 29 de diciembre de 2011. En palabras de su abogado, no sería “descabellado, abusivo ni injusto” que se le concediera el tercer grado, afirmaba este martes en Onda Cero, sobre todo, porque “otros” ya lo disfrutan. Esta semana publicaba el diario El Mundo la primera imagen de Matas trabajando en la farmacia madrileña que regenta su hija. Diego Torres, el profesor de Esade con quien puso en marcha el ideario y operativa del Instituto Noos y la fundación sin ánimo de lucro por la que posteriormente facturarían más de 15 millones de euros a empresas públicas y privadas españolas, vive ya en régimen de semilibertad. La infanta recibía la mala noticia este lunes que, de nuevo, pone en compás de espera la organización de su vida familiar. La Audiencia dice no. Si se lo hubieran concedido, viajaría a España. Sus planes pasan por adaptar su vida a la de su marido.
Desde el miércoles vuelve a ser interno de segundo grado/Gtres
Los argumentos de la Fiscalía han pesado sobre la decisión del tribunal de Palma. Iñaki no ha cumplido la mitad de la condena impuesta (5 años y 10 meses), los delitos cometidos reciben un alto reproche social, su evolución no es suficiente e incluso señalaba la posibilidad de que Urdangarin pudiera reincidir. No sé yo. ¿Reincidir, tal y como está el patio regio?.
Su defensa peleó por convencer de lo contrario en su escrito oponiéndose al informe desfavorable del fiscal. Su cliente reparó el daño(económico) antes de ingresar en prisión, ha demostrado un comportamiento excelente y aporta el contrato laboral (obligatorio para obtener el tercer grado) que le ha ofertado el centro de discapacitados en el que viene desarrollando voluntariado desde el pasado septiembre. Las condiciones serían 900 euros al mes, con un horario de 10 de la mañana a 6 de la tarde, de lunes a jueves; de Ávila a Pozuelo de Alarcón, ida y vuelta, donde se encuentra el centro elegido, Casa Hogar Don Orione, a una hora de coche. Urdangarin volvería a prisión cada tarde, pernoctaría y los fines de semana, con su familia. “Es plenamente consciente de los errores cometidos y de la dureza de la privación de libertad” y añade el abogado que “resulta difícil que pueda reincidir”. La Audiencia no lo ve así, aunque admite como factores positivos la antigüedad de los delitos o la existencia de una familia de origen normalizado. Por el contrario, aprecia como negativo “la alarma social, la comisión de un delito que exige un elevado grado de planificación y el tiempo que le queda para cumplir a condena”. Nada qué hacer, de momento.
También se le ha revocado el permiso por el que podía salir de la cárcel un fin de semana al mes/Gtres
El marido de la infanta Cristina ingresó en junio de 2018 en la prisión de Brieva (Ávila) por varios delitos de corrupción en el caso Noos. Pasa los días y las noches en un módulo en el que únicamente le acompañan los funcionarios que, por turnos, lo atienden. Es preso solitario y aislado; eremita en su condena. Ha disfrutado de 3 permisos penitenciarios desde diciembre y hace un año comenzó a asistir a un centro de discapacitados para realizar labores de voluntariado, con el permiso del Juez de Vigilancia Penitenciaria, que entendió era la fórmula para mitigar su extrema soledad. “La realización de una actividad en el exterior es más que positiva para reducir o eliminar la desocialización y deshumanización, la destrucción del individuo que conlleva la soledad absoluta a la que se le ha sometido, lo cual conecta con algo esencial en cualquier programa de tratamiento, fomentar la autoestima”.
Urdangarin eligió la cárcel de Brieva y sus condiciones especiales: sería el único interno del módulo de hombres. Cuestión de seguridad, dicen. Entiendo que hay presos infinitamente más conflictivos que Iñaki y el sistema responde por su seguridad, ¿no? Será más bien una cuestión de privacidad tanto para el interno como para sus visitas. Algunos encuentran esta selecta fórmula como de tratamiento VIP. Personalmente creo que la soledad es otra condena y la está sufriendo. Se le ha vuelto en contra. Ahora, con sus salidas al voluntariado el aislamiento inicial ya no existe. El Ministerio Público ha señalado en alguna ocasión que no se pueden tomar medidas que supongan” vaciar de contenido el pronunciamiento condenatorio». Nada de privilegios, pero tampoco mayor perjuicios, entiendo. Iñaki reclama el tercer grado corriente, nada de tratamiento VIP. Tendrá que esperar.