La importante tradición de los Borbones que hereda la princesa Leonor
Leonor sigue los pasos de su padre y hará la travesía en el buque-escuela
Entre los Borbones hay una fuerte tradición marinera
La princesa Leonor ya está en Cádiz para comenzar su crucero de instrucción a bordo del buque-escuela. El próximo 11 de enero la heredera zarpará desde la localidad gaditana junto a sus compañeros en una travesía que se prolongará durante casi seis meses y que la llevará a diferentes puertos del mundo.
Aunque no va a ser la primera vez que Leonor está tanto tiempo fuera de casa, sí que va a suponer para ella una gran aventura. La misma que vivió su padre hace casi cuatro décadas y, antes de él, su abuelo.
Hasta su ingreso en la Escuela Naval de Marín, la princesa de Asturias no había sido vista disfrutando de la navegación, una práctica tan arraigada entre los Borbones. A diferencia de sus primos o incluso de su padre, Leonor no ha participado en ningún curso de vela en Mallorca, aunque sí que se sabe que alguna vez ha practicado este deporte.
La princesa Leonor en Marín. (Foto: Gtres).
Ahora que está a punto de embarcar en el buque-escuela es imposible no recordar la herencia en este aspecto que la hija mayor de los Reyes tiene a través de su familia paterna, tanto por el Rey Juan Carlos como por la Reina Sofía. En el caso de doña Sofía, tanto ella como su hermano Constantino han sido apasionados de la vela e incluso fueron parte del equipo olímpico de Grecia en esta disciplina. Igualmente, el propio Felipe VI y sus hermanas han practicado este deporte de manera constante a lo largo de su vida y el Rey Juan Carlos sigue regateando a sus 87 años.
No obstante, merece la pena pararse un momento y echar la vista atrás hacia la figura del conde de Barcelona. Aunque el Rey Juan Carlos y el Rey Felipe VI pasaron por el buque-escuela y realizaron sus respectivos cruceros de instrucción, fue don Juan de Borbón el que más vínculos tenía con el mar. Él mismo habló de su vida marinera en una conferencia que ofreció en el Centro Cultural de la Villa de Madrid en octubre de 1978.
El conde de Barcelona en un barco. (Foto: Gtres).
Don Juan sintió desde muy pequeño una fuerte pasión por el mar. A los 17 años realizó los exámenes en el Ministerio de Marina e ingresó en la Escuela Naval de San Fernando. Se encontraba allí cuando se proclamó la II República y la Familia Real partió al exilio. Don Juan viajó al Reino Unido para incorporarse en la Escuela Naval de Dartmouth. Estaba considerada la más exigente del mundo.
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Posteriormente, el conde de Barcelona completó su formación en la flota de las Indias Occidentales y en el Iron Duke. Jorge V le nombró teniente de navío honorario. Sin embargo, la posibilidad de continuar con su carrera naval se vio truncada por la renuncia de sus hermanos Alfonso y Jaime a sus derechos al trono de España. Mientras se encontraba en Bombay recibió la noticia y en ese momento se convirtió en el heredero.
El conde de Barcelona en un barco. (Foto: Gtres).
A partir de ese momento su pasión por el mar quedó relegada a los veleros de pequeño tamaño y a las travesías recreativas en el El Saltillo y el Giralda. No obstante, en 1979 -ya como almirante honorario de la Armada- pudo embarcar en el mismo buque-escuela en el que ahora va a hacer Leonor su crucero de instrucción. El conde de Barcelona subió a bordo en Honolulu y desembarcó en Manila. Una travesía de unos 31 días.
Don Juan de Borbón con Felipe VI. (Foto: Gtres).
AC / ©KORPA
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Más allá de don Juan de Borbón y de las generaciones inmediatamente posteriores -los Reyes Juan Carlos y Felipe VI-, lo cierto es que también Alfonso XIII sentía una gran pasión por el mar. El monarca no llegó a ingresar en la Escuela Naval, aunque sí navegó a bordo del buque-escuela. En concreto en el año 1928, durante su viaje inaugural, en un trayecto entre Cádiz y Málaga. Dentro de tres años se cumple el centenario.