La historia detrás del Toisón de Oro y su conexión con los caballeros del Rey Arturo
La Historia de España es la gran asignatura pendiente en los planes educativos actuales y la prueba está en las cada vez peores calificaciones del informe PISA que obtenemos. Algo imperdonable si tenemos en cuenta que España es uno de los países más ricos del mundo en pasado histórico con cientos de años de influencia en la construcción de Europa, la base de nuestra civilización, y en su vastísima importancia en el descubrimiento del nuevo mundo, que no conquista ni colonización. La noticia de que el Rey Felipe VI va a conceder a su madre, la Reina Emérita doña Sofía, el Toisón de Oro sirve para recordar la rica historia que hay detrás de esta máxima distinción, así como explicar qué significado histórico tiene y qué conlleva recibirla. Por no mencionar el valor sentimental que para la madre de don Felipe tiene este gran honor.
¿Qué es el Toisón de Oro?
Es la máxima condecoración de la monarquía española y corresponde única y exclusivamente al Rey otorgarla. Su nombre correcto es la Insigne Orden del Toisón de Oro y tiene una historia centenaria muy ligada a la relatos de caballería que tantos adeptos tienen todavía hoy en día todas las anécdotas, reales y mitológicas, ligadas a la época medieval.
Toisón de Oro. (Foto: EFE).
¿Cuál es su origen histórico?
Es un origen complejo ya que hay que remontarse a principios del siglo XV, momento en el que no existía ni España ni siquiera la Monarquía Hispánica. Aunque tiene una connotación totalmente española actualmente, sus orígenes, sin embargo, no lo son exactamente porque en ese momento las fronteras de lo que después sería España, no se parecían a las actuales, ni las casas dinásticas eran las mismas. Pero esta complejidad bien puede ser resumida y explicada sin necesidad de entrar en complejos vericuetos.
Las órdenes de caballería y la fascinación de la Edad Media: las cruzadas contra el Islam
En 1429 el duque de Borgoña y conde de Flandes, Felipe III, apodado ‘El Bueno’, fundó la orden de Caballería del Toisón de Oro, siendo esta de las más antiguas y prestigiosas de Europa. En esta época las órdenes de caballería eran fundamentales por las circunstancias del momento que no eran otras que las llamadas guerras de religión; esto es, el cristianismo contra el Islam. Instituidas por los monarcas feudales tras las sucesivas derrotas de las Cruzadas, se hicieron a imagen y semejanza de las creadas en Tierra Santa (Jerusalén) en la Alta Edad Media.
Ser nombrado caballero: todo un honor y enorme prestigio social
Ser caballero medieval implicaba unas características que no están hoy en día muy en boga, como la lealtad al Rey y el honor, que eran cosas sagradas. Romper cualquiera de estas dos premisas implicaba el destierro o, en los casos más graves, la ejecución por ser considerado un delito de traición. Ser caballero era un grandísimo honor al que accedían muy pocos, generalmente por su probado valor en la batalla. Muchas casas nobiliarias actuales entroncan cientos de años atrás en estas historias de lealtad a un rey. Era algo que se tomaban muy en serio. La palabra dada al rey era ley. Desde luego hay mucha inspiración en mitología como la de los caballeros de la Tabla Redonda del Rey Arturo.
El ritual de ordenación como caballero era todo un espectáculo que también podemos ver en famosas series de televisión como Juego de Tronos, de clara inspiración medieval aunque sea una historia totalmente inventada pero sí con fortísimas connotaciones de aquella época.
Felipe III, su creador, hijo de Juan Sin Miedo, captor de Juana de Arco y gran mecenas
Felipe III, conocido como ‘el Bueno’, no era rey a pesar de su nomenclatura. Era duque de Borgoña, una zona de inmensa influencia y poder en aquella época ya que comprendía, además de la zona francesa, parte de la actual Alemania y Países Bajos.
Ducado de Borgoña en su máximo esplendor en la segunda mitad del siglo XV
Nacido en Dijon, Francia, el 31 de julio de 1396, recibió el ducado después del asesinato de su padre, Juan ‘sin Miedo’, en el contexto de la Guerra de los 100 años. Su madre era Margarita de Valois, perteneciente a una de las dinastías más importantes francesas. Aunque su vida política fue prolífica, lo que nos interesa aquí es su labor de mecenas de las artes, tanto que su corte fue la más refinada de la época en Europa. Además, sus ideales caballerescos fueron los que le llevaron a fundar la Orden del Toisón de Oro. Su linaje Valois y sus vastos dominios lo convirtieron en hombre más importante de Francia después del monarca, Carlos VI. La Orden del la Jarretera inglesa fue la inspiración de la del Toisón de Oro.
¿Por qué pasó a la Corona Española?
Felipe III tuvo hasta 14 hijos naturales, algo muy común en esa época (la fidelidad no era una cuestión de honor, francamente) pero de los legítimos fue Carlos ‘el Temerario’ el que convirtió verdaderamente el boato y ceremonia de la entrega del Toisón. Fue quien se la entregó al primer extranjero, a Alfonso V, rey de Aragón. El duque Carlos tenía una hija, María, que estaba casada con Maximiliano de Habsburgo y a ellos pasó la potestad de la entrega de la insignia. Maximiliano y María fueron los padres de Felipe ‘el Hermoso’ que se casó con Juana I de Castilla (injustamente conocida como ‘la Loca’) y, de esa unión nació Carlos I de España y V de Alemania, el glorioso emperador y fundador de la dinastía de los Austrias en la Monarquía Hispánica. Así llegó a la tradición monárquica española la insignia que todavía hoy pervive.
Carlos I de España con el Toisón de Oro en una pintura de Tiziano.
A partir de Carlos I prosiguió la costumbre pero ya como una orden de caballería católica (en esa época nace el protestantismo, luteranismo, anglicismo, etc…) . A partir de ahí los monarcas Austrias y más tarde los Borbones otorgarán la insignia a ilustres españoles que en esa época eran nobles, como los duques de Frías, de Alba o del Infantado y también a monarcas extranjeros como Cristian II de Dinamarca.
1713, la llegada de los Borbones
Con la muerte de Carlos II ‘el Hechizado’, último monarca de la dinastía de los Austrias, España enfrenta, a falta de heredero, la Guerra de Sucesión que termina con el Tratado de Utrecht en 1713 y, entre otras muchas consecuencias, la llegada de los Borbones que hoy en día perduran.
Fue a partir de la nueva dinastía borbónica que la orden perdió su carácter caballeresco católico y se transformó en la máxima distinción que los reyes de España otorgaban, en primer lugar, al heredero, es decir, al príncipe de Asturias y otro tipo de personalidades. Fernando VII se la concedió al Duque de Wellington, que fue el primer anglicano en recibirla, cambiando así para siempre el criterio. El Rey de España se lo entregó a la princesa de Asturias, Leonor de Borbón, en enero de 2018.
Felipe VI entrega el Toisón de Oro a la princesa de Asturias en enero de 2018. (Foto: Gtres).
El Toisón de Oro en la actualidad
Desde el reinado de Juan Carlos I y dentro del orden constitucional de 1978, el rey de España debe anunciar su otorgamiento mediante un real decreto. El Rey Emérito puede decirse que ha sido el que más otorgó en su reinado. Por supuesto y como norma, al entonces príncipe de Asturias, Felipe de Borbón y Grecia pero, además, una larga lista donde encontramos a José María Pemán, monarcas como Carlos Gustavo de Suecia, Beatriz de los Países Bajos, Margarita de Dinamarca, Isabel II del Reino Unido, Alberto de Bélgica, Harald de Noruega y personalidades ajenas a las monarquías como Javier Solana, Nicolás Sarkozy o Víctor García de la Concha.
La princesa de Asturias con el Toisón de Oro. (Foto: Gtres).
El Toisón se devuelve cuando muere el galardonado
Es una distinción vitalicia, lo que significa que el galardonado, una vez muere, la pierde, siendo sus allegados los encargados de devolver el collar al monarca español ya que posee un número fijos de miembros como orden de caballería que es. Su valor es de 40.000 euros aproximadamente. El Toisón que recibió Leonor, por ejemplo, pertenecía a don Juan de Borbón.
¿Por qué se entrega?
En una tradición centenaria y que tanto tiene que ver con los valores de lealtad y honor, se entrega a aquellas personas que, de una manera u otra, se lo han ganado por dedicación o entrega a España. Que don Felipe se la otorgue a su madre, la Reina doña Sofía, implica un grandísimo reconocimiento del monarca a la anterior consorte pero, sobre todo, es una demostración de profundo amor y respeto del Rey de España a su madre por su labor como monarca.