La faceta protectora del Rey Felipe con Leonor que ya puso en práctica con la princesa Letizia
Felipe VI y Letizia consiguieron mantener su relación en secreto y su amor en silencio un año antes de anunciar su compromiso
El Rey busca un equilibrio entre el deber real y la intimidad familiar siendo más protector con su hija que nunca

Ser rey no es una tarea fácil, pero ser padre tampoco. Sumar ambas facetas hace que se multiplique por dos el factor de protección. Eso es lo que le ha ocurrido a Felipe VI. El soberano está al mando de nuestro país, aunque también de su familia. Por eso, no es de extrañar que en ocasiones se muestre demasiado cuidadoso, tanto en su vida personal como con la de sus hijas.
A lo largo de los años ha conseguido que sus dos niñas, Leonor y Sofía, tuvieran una vida normal. Normal dentro de lo que debe ser vivir en el Palacio de la Zarzuela y ostentar títulos de princesa e infanta. Más allá de eso, ambas han tenido una vida alejada de los focos, salvo en ocasiones y eventos institucionales. Hasta ahora había existido una ley, no escrita, sobre proteger la privacidad de las menores, pero cuando la princesa Leonor cumplió la mayoría de edad, todo cambió.
Don Felipe, Doña Letizia, la princesa Leonor y la Infanta Sofía. (Foto:Gtres)
La joven que pasó su vida escolar en Los Rosales con total tranquilidad, hasta que tuvo que saber de golpe lo que es ser perseguida por los flashes. Al jurar la Constitución, comenzó un nuevo capítulo. Una nueva etapa, castrense y adulta. Desde entonces ha pasado por la academia de Zaragoza, por la de Marín y ahora por el buque escuela Juan Sebastián Elcano. En este tiempo ya ha sido protagonista de titulares sobre posibles novios, besos, fiestas y eventos. Ejemplo de ello son los rumores que se extendieron sobre un posible romance con un compañero guardiamarina en el Salvador de Bahía o su salida con amigos en Chile.


Don Felipe, Doña Letizia, la princesa Leonor y la Infanta Sofía. (Foto:Gtres)
Doña Letizia y Don Felipe, como reyes y como padres, buscan proteger a su primogénita. A pesar de sus intentos, no pueden controlar a cada fotógrafo que espere para tomar una instantánea, a cada viandante que capture a su hija con un móvil o a cada cámara de seguridad que grabe un lugar público, pero sí tratar de que ocurra el menor número de veces posible. Es por ese motivo que desde Casa Real han querido sembrar precedente y poner una denuncia al centro comercial chileno que filtró fotos de la heredera al trono. No por el contenido de las mismas, sino por los métodos de obtención, los cuales infringen las leyes de ese y este país. La decisión ha sorprendido a muchos y han tachado de sobreprotectores a los monarcas, pero ¿lo son?


Don Felipe, Doña Letizia, la princesa Leonor y la Infanta Sofía. (Foto:Gtres)
El despertar de la faceta protectora
Los reyes han buscado mantener su vida personal lo más lejos posible de su vida real y hacer lo mismo con sus hijas. Quieren evitar que pasen por lo mismo que pasaron ellos u otros miembros internacionales de la realeza que tuvieron que conocer el fervor de la opinión pública, como Lady Di. Llevar una corona tiene sus ventajas y sus inconvenientes.


Felipe VI. (Foto:Gtres)
Los reyes y reinas, príncipes y princesas cuentan con privilegios que les permiten tener una vida más llevadera, pero también hacen que esa vida no sea completamente suya. Felipe VI tuvo que luchar con la prensa en múltiples ocasiones por mantener su privacidad, aunque no siempre lo consiguió. En su juventud sus romances eran públicos. Algunos, demasiado, y por eso varios de ellos llegaron a su fin. Acabaron antes incluso de empezar, al menos de cara a la sociedad.


Felipe VI con Isabel Sartorius.(Foto:Gtres)
Su primera relación que padeció el duro precio de ser royal fue la que mantuvo un joven Felipe con Isabel Sartous. Ambos fueron capturados en el verano de 1989 en Mallorca a bordo de una lancha. Eso fue el inicio y el fin de su noviazgo. El soportar la tensión de esconderse y el miedo a ser encontrados hicieron que Eva Sannun o Gigi Howard corrieran la misma suerte. Amor con fecha de caducidad por el exceso de titulares. Por eso, la trayectoria o el modus operandi del entonces príncipe cambió. Su versión más protectora salió. Su majestad se dejó llevar por el corazón y, desobedeciendo a lo que le recomendaban, se enamoró loca y cuidadosamente.


Felipe VI con Gigi Howard.(Foto:Gtres)
Lo hizo de una periodista, Letizia Ortiz, que tuvo que dejar de lado su instinto por encontrar la verdad y buscar las noticias para guardar el silencio. No el de otras historias, sino la suya propia. Letizia y Felipe se conocieron. El cuándo es un misterio que solo ellos saben. Las posibilidades son varias. Hay quien dice que fue por Kintín Muñoz, amigo de él y ex novio de ella. Que se conocieron durante el fugaz romance, pero que el príncipe quedó prendado. Ella tardó algo más, pero finalmente cayó en las redes de Cupido, o mejor dicho, en las de Felipe.


Felipe VI con Eva Sannum.(Foto:Gtres)
Su secreta historia de amor
La versión oficial es que se conocieron en una cena organizada por Pedro Erquicia. Una reunión de amigos en casa del periodista en la que, casualmente, acabaron sentados juntos y conversando toda la noche sobre sus respectivas vidas entre bromas y risas. Más tarde volverían a coincidir, profesionalmente, cuando Letizia tuvo que cubrir por su profesión el aniversario del 11S o el desastre del Prestige en noviembre de 2002. Sea como fuere, el amor salió a la luz.


Don Felipe, y Doña Letizia. (Foto:Gtres)
A pesar de que ya se notó una conexión, una química evidente, en el saludo que ambos se dieron en los estudios de RTVE durante los Premios Príncipe de Asturias de ese año, no sería hasta noviembre de 2003 cuando se anunciaría, públicamente, su relación y compromiso.


Don Felipe, y Doña Letizia. (Foto:Gtres)
Su boda, celebrada el 22 de mayo de 2004, fue la primera real en España en un siglo desde las nupcias de Alfonso XIII con Victoria Eugenia de Battenberg en 1906. Allí sí hubo cámaras, fotógrafos, periodistas, amigos, familia y todos los que se acercaron a la Catedral de la Almudena. Su amor fue y es presenciado por todos, dentro y fuera de nuestro país. Un amor que nació en silencio, en una relación reservada, privada, hermética, secreta. Un secreto que solo ellos sabían y posiblemente sólo ellos sabrán.


Don Felipe, y Doña Letizia. (Foto:Gtres)
El hermetismo que envolvió su noviazgo muestra cómo Felipe logró lo que se propuso. Proteger lo que más quería. Eso mismo está haciendo ahora con su hija Leonor y más tarde lo hará con Sofía, tanto si sigue los pasos de su hermana con su época militar, o si acude a la universidad. Proteger a sus niñas, proteger a su mujer, proteger su privacidad. Ha demostrado que la protección personal es tan vital como el deber real. Porque Felipe VI es un rey, es jefe del Estado, mando supremo de las Fuerzas Armadas, es patrón de las Reales Academias y la máxima representación de España, pero ante todo es padre y marido.