El último cartucho de Ernesto de Hannover
El todavía marido de Carolina de Mónaco empieza el 2021 con la posibilidad de un ingreso en prisión en el horizonte
El 2020 ha sido un año fatídico para Ernesto de Hannover. Al margen de la situación de emergencia global por la pandemia, el jefe de la casa Güelfa se ha enfrentado a su propia crisis personal de la que, por ahora, no ha logrado salir.
A punto de celebrar su aniversario de boda con Carolina de Mónaco -un matrimonio que se mantiene unido de iure, pero que de facto está roto-, el Príncipe se enfrenta a la posibilidad de una pena de hasta tres años de prisión.
Ernesto de Hannover atraviesa un momento delicado en la última etapa de su vida / Gtres
El pasado 30 de diciembre, la Fiscalía de Wels en Austria, hacía público un informe en el que ofrecía detalles de la acusación que había presentado contra Hannover y en el que se pide su ingreso en prisión por un período de tres años. Desde la acusación se hacía referencia a cuatro incidentes protagonizados por el Príncipe el pasado verano en Almtal, donde posee un pabellón de caza. Según el informe, en cada una de las ocasiones, el duque de Burnswick se encontraba en estado de intoxicación e intentó por todos los medios impedir que los agentes de policía llevaran a cabo su trabajo, llegando incluso a agredirles. El texto especifica también que Hannover tuvo que pasar una noche en un hospital psiquiátrico y se le retiraron todas sus armas de caza, aunque no fue suficiente para que cambiara de actitud y tras otros dos episodios de violencia contra sus empleados fue detenido y puesto en libertad a la espera de la resolución judicial.
La princesa Carolina vive de facto separada de Ernesto de Hannover y volcada en sus nietos / Gtres
El abogado del Príncipe, Malte Berlin, está convencido de su inocencia. En unas declaraciones al “Salzburger Nachritchten” asegura que los problemas de Hannover se debieron a que se bebió un par de copas de vino tinto mientras tomaba una dosis muy alta de analgésicos al haberse sometido a una operación en la mandíbula.
Ernesto de Hannover tiene una guerra abierta con su hijo mayor por el patrimonio familiar / Gtres
Según ha publicado la revista alemana “Bunte”, el duque de Brunswick está valorando las posibilidades que tiene para evitar la cárcel. Tal como apunta la revista, Hannover, en una situación límite, va a recurrir a una estrategia de defensa poco habitual, pero que le garantice el mejor de los resultados. Al parecer, pretende sostener la idea de que no es él el culpable de su mala conducta, sino que quiere volcar esta responsabilidad en la esposa de sus empleados. No queda claro por el momento si se trata de la misma pareja que le ha demandado por amenazas o si se trata de otros trabajadores, pero todo apunta a que es así.
Lo que sostiene el Príncipe es que le proporcionaron bebidas alcohólicas que provocaron que actuara de una manera agresiva. Hannover ha admitido en varias ocasiones que tiene problemas con el alcohol y que le pueden causar graves daños en el páncreas. Según el Duque, sus empleados se lo proporcionaron a sabiendas del perjuicio que podía causarle, por lo que la responsabilidad sería suya.
Uno de los motivos de la disputa con su hijo se debió a la venta del Castillo de Marienburg / Gtres
No es esta la única polémica pendiente para Hannover. En 2019, el Príncipe protagonizó un fuerte enfrentamiento con su hijo mayor, Ernesto Augusto, después de que este decidiera vender al Estado el Castillo de Marienburg por un euro para que se encargaran de los costes de mantenimiento. Ante esta situación, Hannover se encuentra solo en uno de los momentos más complicados de su vida.