ANIVERSARIO

Diana y Carlos: 40 años de la boda que revolucionó al Reino Unido

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  • Andrea Mori
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Se cumplen cuarenta años de que se celebrase la que ha sido, sin duda, una de las bodas royal que más repercusión ha tenido a nivel mundial. El 29 de julio de 1981, una jovencísima Diana Spencer contraía matrimonio en la Catedral de San Pablo de Londres con el príncipe de Gales. Era el broche de oro a un cuento de hadas que terminó convirtiéndose en una pesadilla para la Princesa, pero entonces, nadie podría haber imaginado lo que ocurriría años después.

En aquel momento, todos los ojos estaban puestos en Diana. A pesar de que se había especulado con los anteriores romances del heredero e incluso él mismo había intentado dar un golpe en la mesa y comprometerse con la mujer a quien tiempo atrás había decidido entregar su corazón, el destino quiso que la joven Diana se cruzara en su camino, y complaciera no solo las exigencias de los Windsor, sino de los británicos.

Diana de Gales

Diana contrajo matrimonio siendo muy joven / Gtres

Aquel caluroso día de verano, los ojos del mundo entero se volvieron hacia la ciudad del Támesis, para ser testigos de todos los detalles del enlace, desde el impresionante vestido de la novia, hasta el intercambio de los votos. Sin embargo, hubo muchas anécdotas y curiosidades que no se desvelaron hasta tiempo después y que ahora, con motivo de este aniversario, vamos a recordar.

Un amuleto en el vestido

Los diseñadores del look cosieron en la etiqueta una herradura de oro con diamantes. Lady Di cumplió con todas las tradiciones: el encaje del vestido perteneciente a la reina María de Teck era algo antiguo; la tiara, algo prestado, y algo azul, el pequeño lazo en ese color que iba cosido en la cintura.

Diana de Gales

Diana y Carlos se besaron en el balcón / Gtres

La polémica de la tiara

A pesar de que se esperaba que Diana de Gales luciera alguna de las joyas de la reina Isabel, la Princesa prefirió la tiara de su familia, La monarca le otorgó la Lover’s Knot, que luciría con asiduidad tiempo después, pero para esta ocasión se decantó por la pieza familiar.

La broma de los hermanos de Carlos

Los hermanos del novio, los príncipes Andrés y Eduardo, no dudaron en aportar un toque de humor al colgar el cartel de ‘Just Married’ en el carruaje que llevaba a la pareja en su recorrido.

Diana de Gales

Una importante tradición

Según cuentan, a Carlos se le olvidó besar a Diana después del ‘sí, quiero’ en la catedral, motivo por el cual decidió besarla en el balcón de Buckingham. Fueron ellos los que iniciaron una tradición que se ha repetido a partir de entonces.

Un cambio de roles

Diana fue la primera ‘plebeya’ (era aristócrata) en casarse con un príncipe británico. Hasta entonces, las bodas se llevaban a cabo entre miembros de diferentes casas reales, una tradición que la reina Victoria dominaba a la perfección -no olvidemos que la llamaban la abuela de Europa-. Fue Carlos quien rompió con éxito esta norma no escrita. La última vez que un heredero al trono se había casado con una británica fue en 1660, cuando Anne Hyde conoció al futuro Jacobo II durante el exilio de los Estuardo. Se casaron en secreto en la ciudad de Breda y ella nunca llegó a reinar.

Un banquete comedido pero muy dulce

Pese a que a la ceremonia asistieron más de 2500 personas, al banquete solo lo hicieron 120. El menú fue bastante comedido comparado con otras bodas, aunque se dio especial importancia a los postres, con 27 tartas diferentes.

Una presencia incómoda

Según ha contado el biógrafo de Diana, Andrew Morton, la Princesa era consciente de la presencia de Camilla en la boda e incluso la buscó entre los asistentes.

Diana de Gales

Los Príncipes, a la salida de la catedral / Gtres

Traicionados por los nervios

Como suele ser habitual en estos casos, aunque habían ensayado varias veces, a la pareja le traicionaron los nervios: Diana se dirigió a Carlos como «Philip Charles» en lugar de Charles Philip, y él, en lugar de decirle «Te ofrezco mis bienes materiales…» le dijo «Te ofrezco tus bienes materiales…»

Un día atípico

Las bodas reales suelen celebrarse los viernes, pero la de los príncipes de Gales se celebró un miércoles.

Diana de Gales

Los Príncipes se casaron un miércoles / Gtres

Unos novios ‘desconocidos’

Aunque la boda de Diana de Gales y Carlos podía parecer, en principio, el broche de oro a una historia de amor de cuento, la realidad es que la pareja apenas se conocía. Tanto es así que solo se habían visto 13 veces antes del enlace.

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