El asombroso cambio físico de Iñaki Urdangarin: así le afecta su paso por la cárcel
459 días después de entrar en la cárcel, el rostro de Iñaki Urdangarin revela el sufrimiento de estar recluido y alejado de su familia. Hablamos con un experto en fisonomía para comprobarlo
Había mucha expectación ante la reaparición de Iñaki Urdangarin por ver cómo había evolucionado su aspecto físico desde que ingresase en la cárcel de Brieva hace 459 días, allá por junio de 2018. ¿Cómo afecta el día a día entre rejas al marido de la infanta Cristina? Su fisonomía es el mejor indicador. LOOK se ha puesto en contacto con un perito especializado en la esta disciplina para refrendar el deterioro físico del reo.
Como era de imaginar, estos quince meses en prisión han pasado factura en lo físico al exduque de Palma. Cuenta con más arrugas en su frente, se aprecia una falta evidente de colágeno. Su cara presenta síntomas de cansancio visibles en forma de ojeras. Su cabello lucía menos poblado y más canoso que los días previos a ingresar en el centro penitenciario abulense. Tanto es así que las redes sociales hablan de un marcado deterioro de su imagen a sus 51 años.
Iñaki Urdangarín a su llegada a Don Orione, en Pozuelo, para empezar su voluntariado / GTRES
Un análisis más pormenorizado llega de la mano de un fisonomista consultado por este digital que prefiere no revelar su identidad pero que considera que «Iñaki Urdangarin está sufriendo y no es el mismo, padece estrés», así como que hay muchos aspectos para analizar su cambio físico, como pueden ser que «ahora camina más encorvado y con la barbilla más baja», algo que denota inseguridad. Si bien es cierto que su evolución es completamente diferente a la de ser una persona convencional al tratarse de un exdeportista de élite, algo que hace más complejo su estudio.
Así lucía el día antes de entrar en la cárcel, cuando recogió la orden de arresto / Gtres
Su actitud a la hora de entrar al Hogar Don Orione era la de un hombre feliz por poder disfrutar de unas horas de libertad, pero nervioso a la par ante la gran cantidad de medios que esperaban su llegada. Tampoco puede olvidar el juicio público al que gran parte del país le sometió tras los delitos que le imputaron y le llevaron a la cárcel. Al fin y al cabo, sigue siendo un preso al que todavía le quedan algunos meses lejos de su familia mientras espera un tercer grado que hoy podría estar más cerca.