Las otras amigas en el exclusivo núcleo de la Reina Letizia

Según la RAE, la palabra hermetismo es la cualidad de hermético. Del mismo modo su origen reside en una tradición filosófico-religiosa que floreció en la antigüedad tardía. Con el paso de los años este término se ha convertido en la base en la que la Corona española ha forjado cada uno de los pasos que da en su particular hoja de ruta. Por tanto, se puede decir que este vocablo es muy afín a Sus Majestades los Reyes Felipe y Letizia, quienes, al margen de su rol público apuestan por este hermetismo del que hablábamos en las líneas anteriores. Cualquier detalle sobre su esfera más personal se blinda. De hecho, poco o nada se sabe de lo que ocurre tras los muros de El Pabellón del Príncipe, la residencia oficial de los Reyes que está situada a un kilómetro del palacio de la Zarzuela. Sin embargo, es inevitable que con el paso del tiempo se filtren detalles sobre su ámbito más personal. De gran interés es el círculo de personas con el que se relacionan. Un tema que, precisamente está de actualidad tras el generoso gesto que tuvo hace unos días doña Letizia con Sonsoles Ónega.

Su amistad con Sonsoles Ónega

Nos remontamos al sábado 11 de noviembre, cuando Sonsoles Ónega se encontraba ajena a lo que iba a ocurrir, de manera inesperada, durante su firma de libros en El Corte Inglés de Callao, en Madrid. Con motivo de su nueva novela, La hijas de la criada, con la que ha ganado el Premio Planeta, la periodista se encontraba en el citado enclave firmando libros a los lectores. Entre ellos destacó la figura de la Reina, que esperó, rigurosamente, sus 40 minutos de cola para poder saludar a su amiga. Ónega no se lo podía creer. Emoción, abrazos, besos y mucha complicidad derrocharon ambas amigas en un momento clave para la autora del libro, ya que había recibido duras críticas por él. Sin duda, gesto de amor con el que la consorte demostró que pese a formar parte de la institución a la que pertenece sigue guardando a buen recaudo sus verdaderas amistades.

El origen de su amistad tuvo lugar a finales de los años 90, cunado dos jóvenes periodistas con un brillante futuro por delante coincidieron en la redacción de CNN+. La conexión fue instantánea y dos décadas después ambas siguen forjando su eterna amistad. De hecho, Sonsoles Ónega reveló, recientemente, que ella era una de las personas que sabía del compromiso entre el Rey Felipe y la Reina Letizia antes de que se hiciera público. Fue también una de las 34 testigos que formaron parte de la boda real el 22 de mayo de 2004.

El exclusivo núcleo de la Reina

Desde que la Reina dio un paso al frente y se convirtió en la Princesa de Asturias su vida dio un giro de 180 grados. Dejaba de ser una intrépida periodista para convertirse en princesa y, después, en 2014, en Reina de España. Eso se traducía en que sus pasos iban a ser seguidos con minuciosidad, por lo que tendría que cuidar cómo eran sus salidas privadas fuera de la agenda real. Por eso, poco o nada se sabe de los planes que hace con su grupo de amigas. Aunque Sonsoles Ónega sea su aliada más mediática, Doña Letizia cuenta con otras fieles escuderas que con el tiempo se han convertido en sus perfectas confidentes. De su época como comunicadora, Letizia guarda otra muy buena amistad. Se trata de Mar Peiteado.

Mar siempre hace gala de su habitual discreción, por lo que siempre evita estar en el foco mediático pese a su vínculo con la Corona. En el momento en el que se supo de la relación de Felipe y Letizia, Mar trabajaba en una revista del corazón y se negó a dar detalles de la vida de su amiga, poniendo por delante siempre su lealtad hacia ella. De su juventud, la mujer de Felipe VI también conserva su vínculo con Almudena Bermejo, con quien sí ha coincidido alguna vez en un evento de carácter público. Almudena ha ejercido como directora del Espacio Fundación Telefónica y esto ha llevado a que Letizia y ella coincidan en actos públicos en los últimos años. Eventos en los que han mantenido la cordialidad que dictamina el protocolo.

Nueva incorporación al grupo

Una vez la Reina entró a formar parte de la Familia Real comenzó a ampliar su círculo en el que, precisamente, se encuentra su estilista, Eva González. Fue en 2015 cuando Fernández, encargada de la imagen de Letizia, se convirtió en su mano derecha.

Y así, de esta manera, muy hermética, como explicábamos al inicio de este escrito, la Reina Letizia blinda su vida personal y, por consiguiente, esas salidas secretas junto a sus inseparables amigas.