De los labios al pecho: los 9 retoques estéticos de Victoria Federica, según los especialistas
La sobrina de Felipe VI ha cumplido 25 años convertida en influencer y referente mediático
Su evolución física no ha pasado desapercibida y los expertos ven una mezcla de madurez natural y retoques estéticos
Entre los cambios más comentados está el pecho, ahora con mayor volumen y firmeza.

Durante mucho tiempo, los retoques estéticos fueron un secreto casi vergonzoso, asociados a la vanidad y a lo artificial. Pero en pleno siglo XXI lo sorprendente ya no es que alguien recurra a ellos -la presión de la exposición pública empuja a quienes viven bajo los focos a mejorar lo que ven en el espejo-, sino la insistencia en negarlos para mantener el mito de la belleza natural. Y cuando se trata de miembros de la aristocracia, como Victoria Federica, la cuestión se complica aún más: no basta con ser joven, atractiva y popular en Instagram; por tradición y herencia se espera de ella un aire de distinción casi institucional, que difícilmente se asocia con la confesión de algún retoque.
Nacida como Excelentísima Señora Doña Victoria Federica de Todos los Santos de Marichalar y Borbón, aunque para los amigos es simplemente Vic, hija de la infanta Elena y de Jaime de Marichalar, conde de Ripalda y vizconde de la Torre, la joven acaba de cumplir 25 años convertida en influencer con cerca de 400.000 seguidores. Su situación es particular: por un lado, pertenece a la familia del Rey, lo que inevitablemente la coloca bajo la atención pública; por otro, no forma parte directa de la agenda oficial de la Casa Real. Esto significa que no tiene obligaciones institucionales como los reyes o la princesa de Asturias, pero su parentesco con ellos hace que todo lo que hace despierte interés mediático. Esa distancia le permite moverse en un terreno más libre, construyendo una carrera como creadora de contenido y personaje social sin estar sujeta al protocolo estricto ni a la agenda de representación que marca la vida de los miembros centrales de la monarquía.
Victoria Federica: antes de la fama digital y de retocarse. (Foto: Redes Sociales)
Su árbol genealógico explica bien la atención que despierta: nieta de los reyes eméritos don Juan Carlos y doña Sofía, sobrina del actual monarca Felipe VI, y por la rama paterna descendiente de una de las familias más antiguas de la aristocracia española, con antepasados que ostentaron títulos y protagonismo en la España de Alfonso XIII. En ese marco se entiende que, además de su apellido, conserve una distinción poco conocida pero de gran valor histórico: la de Dama Divisera Hijadalgo del Antiguo e Ilustre Solar de Tejada. Con semejante escaparate, resulta casi inevitable que cada gesto, cada look y, por supuesto, cada cambio físico despierte comentarios.
Y aquí es donde entra en juego la medicina estética: los especialistas consultados coinciden en que, más allá de la evolución natural de los años, en Victoria se aprecian tratamientos discretos y bien realizados. Porque, aunque nadie lo diga en voz alta, lo extraño no sería que se los hubiera hecho, sino que no lo hubiera hecho. De hecho, llegan a enumerar hasta nueve posibles retoques -desde labios y pómulos hasta pecho y mandíbula-. A continuación, vamos a analizar en detalle cuáles podrían haber sido esos cambios y cómo habrían contribuido a perfilar su imagen actual.


Victoria Federica, ahora en un photocall. (Foto: Gtres)
El doctor Rodrigo Martínez, de Ma Belle Clinique, lo resume así: “Algunas cosas se deben, lógicamente, al paso del tiempo. Sin embargo, en su caso también parecen apreciarse retoques estéticos muy bien hechos”. Una opinión en la que coincide Clínica Trevi, que matiza: “Se trata de un cambio normal en una chica que pasa de la post-adolescencia a la etapa adulta”.
El pecho
El cambio más evidente está en el busto, que hoy se ve con más volumen y firmeza. El doctor Rodrigo Martínez apunta que podría deberse a prótesis o incluso a un injerto de grasa, mientras que en Clínica Trevi se inclinan por implantes.


El pecho de Victoria Federica parece retocado con prótesis. (Foto: Redes Sociales)
La diferencia entre ambas técnicas es sencilla: las prótesis son implantes de silicona que se colocan mediante cirugía y permiten elegir forma y tamaño, con un resultado previsible y duradero. El injerto de grasa, en cambio, utiliza tejido del propio cuerpo (extraído, por ejemplo, del abdomen o los muslos), que se inyecta en el pecho para darle volumen. Es más natural al tacto, aunque con el tiempo parte de esa grasa puede reabsorberse. En cualquier caso, ambos coinciden en lo mismo: el resultado en Victoria es equilibrado y muy favorecedor.
Mandíbula y óvalo facial
¿Te has fijado que la ex de Jorge Bárcenas ya no tiene la cara redondita de antes? Ahora luce una mandíbula mucho más marcada y un óvalo facial más estilizado. Según explican desde Clínica Trevi, ese efecto tan pulido en la mandíbula se suele conseguir con rellenos de ácido hialurónico en puntos estratégicos, sobre todo en la parte superior y lateral de la zona mandibular. La idea no es inflar, sino perfilar
Labios
Más carnosos y definidos, los labios son otro de los puntos donde se nota un cambio discreto. El doctor Martínez destaca que ahora el arco de Cupido está más marcado: se trata de la curva en forma de corazón que dibuja el labio superior en el centro, un detalle que acentúa la sensualidad y la definición de la boca.


Los labios carnosos de la hija de la infanta Elena. (Foto: Redes Sociales)
Aquí conviene distinguir entre aumento de labios e hidratación labial. El aumento se realiza con rellenos de ácido hialurónico que dan volumen y realzan la forma, mientras que la hidratación es mucho más ligera: aporta frescura, mejora la textura y la suavidad, pero no modifica apenas el tamaño. En el caso de ella, los especialistas coinciden en que, si hay retoque, ha sido sutil y natural.
La nariz
En este apartado no hay consenso. Mientras algunos especialistas creen que podría haberse afinado con una rinomodelación no quirúrgica, otros no aprecian cambios claros. Lo cierto es que, de haber intervenido, el resultado es tan sutil que pasa desapercibido.
La mirada y la frente
Su mirada luce más abierta, luminosa y descansada. Los expertos creen que se debe a pequeños retoques con neuromoduladores capaces de suavizar las arrugas de expresión y elevar ligeramente la ceja, lo que aporta frescura instantánea sin alterar la expresividad. También se baraja la posibilidad de hilos tensores, que tensan la piel de forma muy natural.


Victoria Federica, la imagen más natural: sonriendo ante las cámaras. (Foto: Redes Sociales)
Pómulos
También los pómulos parecen más proyectados y con un contorno más afinado. Aquí los expertos hablan de un relleno sutil que aporta frescura, luminosidad y juventud al rostro, sin romper el equilibrio natural de sus facciones.
La piel
Uno de los cambios más evidentes es la luminosidad de su piel, mucho más uniforme que en años anteriores. El doctor Martínez lo relaciona con láseres suaves y peelings, mientras que en Clínica Trevi apuntan a limpiezas profundas faciales y radiofrecuencia. Esta última técnica consiste en aplicar ondas electromagnéticas que calientan las capas más profundas de la piel, estimulando la producción de colágeno y elastina. El resultado es un cutis más firme, terso y con ese “efecto buena cara” que se nota incluso sin maquillaje.