Tras su detención

Hablamos con el entorno de Susana García Cereceda, dueña de La Finca: “No se merece lo que le ha pasado»

Susana García Cereceda y su hermana Yolanda
Susana García Cereceda y su hermana Yolanda en un fotomontaje de LOOK

Veinticuatro horas después de su detención, Susana García Cereceda se refugia en Francia. La empresaria vive a caballo -esta expresión nunca fue tan apropiada- entre Madrid y la localidad gala de Le Pré-d’Auge, un lugar con encanto de apenas 800 habitantes donde ella y su marido, Julien Epaillard, poseen una hermosa finca para la cría de caballos. Susana compagina esta labor con la de la dirección de Procisa, compañía propietaria de La Finca, y cada semana su regreso a Francia se convierte en una especie de desconexión de ese mundo de negocios que le atrapa de lunes a jueves. Pues bien, este 31 de mayo su ‘huida’ al país vecino ha sido mucho más terapeútica. Sobre todo, porque refugiarse allí con su marido suponía escapar del huracán mediático que ha desatado su repentina detención. Tras prestar declaración ante el juez, Susana “se encuentra bien” y ha viajado a su residencia francesa porque, a pesar del arresto, no ha tenido que entregar su pasaporte ni tiene prohibido salir del país.

Susana García Cereceda

Susana García Cereceda durante una competición en 2013 / Gtres

Su conexión con una de las empresas del comisario José Manuel Villarejo (actualmente en prisión) le ha puesto en el punto de mira de la justicia, pero el quid de este ‘thriller’ -que por desgracia no es de ficción- no radica en los problemas familiares que desde hace años le han convertido en carne de la prensa rosa. Puestos en contacto con el departamento de comunicación que gestiona los asuntos de Susana aseguran que la información que en su día ella reclamó al señor Villarejo, bueno, más concretamente a una de las empresas que resultó pertenecer al comisario, no tiene nada que ver con la incapacitación de su hermana Yolanda García Cereceda, con la que mantiene una tensa pugna por el control del patrimonio desde que falleciera su padre, Luis García Cereceda, en 2010. “No tiene nada que ver por una cuestión de tiempos. A Yolanda se la incapacita por un ingreso involuntario en 2011 y lo hace un juez, y la información que relaciona a Susana con una empresa del señor Villarejo está fechada en 2013”, explican. La misma fuente también confirma que ese mismo año se solicitó información sobre Jaime Ostos Junior al conocerse que Yolanda había contraído matrimonio con él “por no sé qué rito” y querían saber quién era él. Finalmente, aquella investigación no tuvo ninguna consecuencia y el resultado es por todos conocido: Jaime y Yolanda hicieron piña contra Susana y el hijo del matador de toros se convirtió en el principal apoyo de la hija menor de García Cereceda.

Su papel en toda la historia familiar no es baladí. “Si mi hermana se casara con Jaime Ostos yo también habría hecho lo mismo que Susana o incluso habría llegado más lejos”, comenta a LOOK una buena amiga de las hermanas García Cereceda que duda de las intenciones del sevillano.

Yolanda García Cereceda y Jaime Ostos Jr. en una imagen de 2012 / Gtres

“Lamento mucho lo que le ha pasado”

Este digital se ha puesto en contacto con personas del entorno de ambas mujeres para arrojar luz sobre la oscuridad que tiñe su tensa relación. El escándalo que ha llevado a Susana ante el juez ha rescatado su historia familiar y ha despertado las dudas sobre esa incapacitación de la que tanto se ha hablado a lo largo de los últimos años. “Siempre se han llevado así de mal. Esto no es nuevo”, nos avisan. Las respuestas que se lanzan desde su entorno van dirigidas en la misma dirección: Susana siempre ha mirado por el bien de sus sobrinos -Yolanda tiene tres hijos- y si algo le caracteriza es la prudencia, el saber estar y la inteligencia. “Es una mujer muy inteligente, culta y sensata, pero, por encima de todo, es buena persona. Lamento mucho lo que le ha pasado”, nos dice una buena amiga de la empresaria.

Esta fuente ha sido testigo de las diferentes suertes que han corrido ambas. “Yolanda podría haber tenido lo mismo que Susana. Han nacido en la misma cuna, pero no es justo que una sea la que se lo trabaje y se pase horas aprendiendo de su padre y que luego sea otra la que se lleve los beneficios”, asegura. “Las dos tienen la misma red de contactos o podrían haberla tenido”, matiza.

Susana García Cereceda

Susana García Cereceda quedó tercera en el Campeonato de Saltos de España en 2007 / Gtres

Si algo es cierto en toda esta historia es que además de un patrimonio millonario las hermanas García Cereceda heredaron de su padre unos magníficos contactos con los que poder desarrollarse a nivel profesional. “Yo recuerdo que a la boda de Susana fue Adolfo Suárez, Alberto Ruiz Gallardón y Felipe González. Es innegable que su padre estaba muy bien relacionado y es lógico que las hijas aprovechen esos contactos. Susana lo ha hecho muy bien, sin embargo, Yolanda está rodeada de buitres. Siempre lo ha estado y por eso su padre quería que la hermana mayor cuidara y protegiera a la pequeña”, confirma alguien que fue testigo de la maltrecha relación entre las dos hermanas.

Según aseguran a LOOK, Susana siempre ha querido cumplir con la petición que le hizo su padre antes de morir. Poco antes de que un tumor cerebral terminara con su vida, un duro proceso de separación le quitó a Yolanda la custodia de sus hijos y Luis García Cereceda suplicó que fuera Susana quien se hiciera cargo de ellos. Luchar por su bienestar y garantizarle un futuro a esos niños siempre ha sido el objetivo de Susana o al menos así lo creen quienes han compartido con ella confidencias. “Es una muy buena persona”, insisten.

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