Su casa, sus vecinos, sus tiendas… Así es la trianera que se esconde detrás de la candidata Susana Díaz

Susana Díaz ha dado el gran salto a Madrid. La presidenta andaluza es, desde el pasado domingo, candidata oficial a la Secretaría General del PSOE. Ya se encuentra en la línea de salida definitiva para disputar en mayo el poder del socialismo nacional. Más de 8.000 militantes asistieron al acto en el que anunció su candidatura y no solo estuvo arropada por ellos, sino por toda la vieja escuela, los altos cargos del partido.

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Desde hace un tiempo es la mujer fuerte del PSOE y son muchos los que analizan una carrera que está muy lejos de acabarse. Su trayectoria política es de sobra conocida por todos, pero ¿cómo es Susana Díaz en la intimidad?, ¿en quién confía la socialista?, ¿cómo ha cambiado su vida a medida que ha crecido su poder?

Susana Díaz Pacheco nació en Sevilla el 18 de octubre de 1974. Es la mayor de cuatro hermanas y ha sido criada en un entorno familiar humilde y sencillo. Su niñez la vivió en el barrio sevillano de Triana, concretamente en la plaza de San Gonzalo. Allí la vieron crecer sus vecinos y, por sus calles, sigue paseando 42 años después en los pocos ratos libres que tiene. “Ella los domingos pasea con su hijo y su marido. No la vemos más porque trabaja mucho”, aseguran a LOOK los vecinos de su barrio natal. Desde la confitería Lola hasta plena calle San Jacinto, Susana pasea junto a su familia sin necesidad de llevar guardaespaldas. La escolta la acompaña en horario laboral, y la esperan a la salida y entrada de su casa, pero son en sus momentos más personales cuando prefiere pasar desapercibida entre las personas que la han visto crecer.

Siempre que puede, le gusta ir a hacer la compra al Mercado de San Gonzalo, como una vecina más de la zona. Si bien es cierto que por allí suele verse mucho más que a la presidenta a su madre, una ama de casa que se ha convertido en la encargada de ir a por los recados de su hija desde que la agenda de Susana es tan apretada. Tanto el frutero como el pescadero del citado mercado coinciden en lo mismo cuando LOOK le pregunta por su vecina más ilustre: “Suelen venir sus padres con el pequeño, pero cuando viene ella se comporta de manera agradable. Es muy humilde y sencilla. Ellos han sido así de toda la vida”.

Y es que, para los trianeros, Susana encaja perfectamente en su barrio, un barrio que la vio nacer y en el que hoy se sienten orgullosos de que haya crecido en él una estrella política. “Una trianera que ama su tierra y que colabora con el barrio”, dicen de ella sus vecinos. Los trianeros explican que tanto es el amor que Susana le tiene “a su Andalucía” que no solo se la ve en Semana Santa, sino que también es fija de la Feria de Abril y de las playas de la Costa del Sol en las que suele refugiarse siempre que puede.

Su novio de toda la vida

Susana estudió la carrera de Derecho en la Universidad de Sevilla y, gracias a las becas y diferentes trabajos como clases particulares y venta de productos de cosmética a domicilio, lo pudo llevar a cabo. El compatibilizar estudios y trabajo no la ayudó a terminar los estudios en el tiempo determinado y tardó más de diez años en finalizar los mismos.

Corría ya el año 2001 y fue entonces cuando comenzó su noviazgo con José María Moriche, su actual marido. Se conocieron siendo vecinos en el barrio de Triana y desde entonces no se han vuelto ni a separar ni a desvincular del lugar. José María, un año menor que la presidenta, trabajó en una ortopedia y más tarde en una librería de Sevilla, trabajo que sigue ejerciendo actualmente. Se casaron poco después de conocerse en la Capilla de los Marineros de la Esperanza de Triana, de la que ambos son devotos. El lugar de la celebración no fue otro que los Reales Alcázares. A finales de julio de 2015 fueron padres de un varón. La presidenta mantuvo su apretada agenda casi hasta la recta final de su embarazo, y una vez que dio a luz compartió la baja maternal con su marido.

Fuertes creencias religiosas

Mujer de tradiciones, católica y practicante, Díaz impartió catequesis y en la actualidad conserva firmemente su fe y sus creencias, muy vinculadas a Andalucía. Es raro no encontrarse a Susana un Jueves Santo en la calle Pureza visitando a la Esperanza de Triana, o en la Aldea del Rocío en su romería rezando ante la Virgen, de la que también es devota. Al igual que ella su marido también le acompaña en la faceta religiosa.

Tanto, que él además es costalero del paso de Jesús de las Tres Caídas, que sale en la Madrugá del Viernes Santo. Una afición que ambos quieren transmitir a su hijo, al que ya sacaron el pasado año vestido de costalero en los brazos de su padre.