Todo lo que Pablo Garna deja atrás para ser sacerdote: un elevado sueldo y un matrimonio perfecto
Todo a lo que Pablo Garna tendrá que renunciar tras ingresar en el seminario
El 'influencer' deja las redes y todo lo que ello conlleva para ordenarse a sacerdote

La historia de Pablo García -más conocido como Pablo Garna-, el influencer que ha dejado las redes para ordenarse a sacerdote, ha dado la vuelta al mundo. Tanto que el vídeo en el que contó su decisión de entrar en el seminario acumula ya más de cien mil visualizaciones. Este creador de contenidos de 35 años, ha apostado por seguir y servir a Dios plenamente con todo lo que ello conlleva. El de Granada no solo deja atrás una comunidad de más de seiscientos mil seguidores, sino a su numerosa familia, su grupo católico o incluso su elevado sueldo debido a su trabajo en el universo 2.0 tras haber trabajado para importantes firmas como embajador de marcas.
Todo lo que Pablo deja atrás
En 2021, Pablo Garna se dio a conocer en redes gracias a protagonizar Mademoiselle Madame -un videoclip de Sofía Ellar-. Desde el primer momento, sus redes sociales comenzaron a crecer casi en tiempo récord. El joven, entonces, aprovechó la ocasión -no solo para ganarse un sueldo como influencer- para acercar a su comunidad a Dios. Tras más de cuatro años dedicado en cuerpo y alma a la evangelización en el universo 2.0, el andaluz no solo deja su perfil social, sino mucho más.
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En el vídeo en el que anunció su ingreso en el seminario, Garna dejó claro que era consciente que, con esta decisión, tendrá que renunciar a su vida más personal. Eso supone cambiar sus prioridades e incluso alejarse de su numerosa familia.
Poco tiempo después de darse a conocer, Pablo quiso que sus seguidores conocieran a su círculo más íntimo y a las personas más importantes de su vida, como su madre -Teresa Navarro, que se ha convertido también en influencer-, su padre o sus siete hermanos, que también profesan la fe católica -de hecho, algunos de sus hermanos estudiaron y estudian en la Universidad de Navarra, históricamente del Opus Dei-. De la misma manera, Garna se tendrá que despedir -temporalmente- de su grupo de amigos, tanto de aquellos que le han visto crecer como su pandilla católica, que forman parte de Hakuna, como el cantante Ignacio Serrano o Miguel Jiménez Pimentel -que también evangelizan a través de redes sociales-.
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Esta decisión supone que Garna -que comenzó Derecho, aunque no lo terminó- tendrá que formarse en Teología y dejar atrás su carrera como influencer, con la que ha firmado importantes contratos que han supuesto que haya podido vivir en Madrid desahogado económicamente. Una situación que cambiará de manera radical debido al voto de pobreza de los religiosos.
¿Una pareja?
Desde que se diera a conocer en redes, una de las preguntas que Pablo ha recibido de manera reiterada es sobre si tenía pareja. Si la ha tenido, el de Granada nunca la ha presentado, aunque lo cierto es que sí que ha hablado de las relaciones sentimentales en su perfil personal -así como de la sexualidad-. «Tuve un amor a distancia, no salió bien pero oye, se intentó», dijo.
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De hecho, en 2022 contó cómo se visualizaba en una relación: «Quiero ser un apoyo constante. Una persona que quiera mucho y bien. Alguien en quien esa persona pueda confiar ciegamente. Alguien paciente. Respetuoso. Sincero. Leal. Fiel. Una persona generosa con todo, especialmente con el tiempo. Detallista. Servicial. Una persona comprometida. Un paño de lágrimas y una caja de sorpresas». Además, aprovechó la ocasión para desvelar que lo único que buscaba en una mujer era que «sea buena de verdad».
Y aunque lo cierto es que sus planes han cambiado, Garna ha apostado por entregarse a Dios al cien por cien y renunciar a la vocación de matrimonio por seguir su deseo de mejorar el mundo como religioso.