El Oscar de Penélope Cruz: una estatuilla que vino seguida de una casa en Los Ángeles

Penélope Cruz está de celebración. Este 22 de febrero se cumplen 16 años desde que su nominación a los Premios Oscar y su victoria como mejor actriz de reparto. Un reconocimiento que le hizo llevarse el galardón a casa, y no una casa cualquiera, sino una nueva en Hollywood. La madrileña había participado en producciones internacionales y no era la primera vez que dejaba su hogar para cruzar el Atlántico. Siempre lo hizo de forma temporal, volviendo a España en cuanto podía, aunque tras ese premio del cine las cosas cambiaron. Fue un antes y un después para la artista, tanto a nivel profesional, como a nivel personal. Se enamoró y se compró una casa en California.

La conocida como chica Almodóvar no siempre contó con ese título. Comenzó muy joven su carrera artística y tras su primera aparición en la gran pantalla en la película Jamón, Jamón, gracias a la oportunidad de Bigas Luna en 1992, no paró. Ocho años más tarde se trasladó a Estados Unidos y siguió probando suerte logrando participar en varias producciones. Producciones en las que fue aprendiendo hasta que fue nominada para ganar el premio del cine, la estatuilla dorada, el Oscar. Se hizo con él en 2009 por su papel interpretando a María Elena en el largometraje, dirigida por Woody Allen, Vicky Cristina Barcelona, aunque ya había ganado algún Premio Goya.

El vestido con el que recogió el Oscar

Penélope ha sido halagada en numerosas ocasiones por sus estilismos. Muchos de ellos fueron de grandes diseñadores como Chanel, firma de la que es embajadora, Ralph & Ruso, Giambattista Valli. Dolce & Gabbana o Pierre Balmain. Este último fue el elegido para subir al escenario a recoger la estatuilla dorada. Un diseño de los años 50 que firmó el diseñador francés en su etapa americana. Un traje vintage del que, tal y como cuenta la actriz, se enamoró fortuitamente un día al poco tiempo de llegar a Estados Unidos.

El vestido, que bien podría estar en un museo, se encontraba expuesto en una tienda muy reconocida por sus piezas de incalculable valor de diseñadores de la historia. La boutique Lily et Cie, regentada por Rita Watnick, es la favorita de las estrellas de Hollywood y muchas se dejan ver por allí escogiendo sus próximos estilismos. Su dueña ha logrado almacenar más de 50.000 modelos únicos y uno de ellos fue el de Penélope. Según dijeron tras la alfombra roja de la 82º edición de los Oscar, el elegido por la madrileña podría rondar los 100.000 euros, aunque nunca se llegó a confirmar. Lo que sí se confirmó fue el flechazo de Penélope con el diseño de palabra de honor, en blanco marfil con un cuerpo brocado, detalles en hilo de plata y encaje sutil de los años 50 de Balmain. Una promesa que se hizo a sí misma nueve años antes cuando lo vio y dijo que, si alguna vez optaba a un Oscar, ese sería el vestido, y así fue. Dos sueños cumplidos en una misma noche.

En esa edición de los Premios Oscar, el conductor de la Gala fue Hugh Jackman, siendo el primer intérprete y no comediante en presentar desde 1985. Ahora, 15 años después será la propia Penélope Cruz quién lleve la batuta y se convierta en la maestra de ceremonias en esta 97º edición. Un momento perfecto para recordar el día en el que ella recibió su primera, y única, estatuilla dorada. Ese reconocimiento pudo ser el empujón que necesitaba para trasladarse definitivamente a Los Ángeles. Tanto fue así que se compró una villa en la calle Devlin Place cerca de Sunset Bulevar, pero no lo hizo sola, sino que fue con el que se convirtió en el amor de su vida, Javier Bardem.

Lo cierto es que, la película que la llevó a ser reconocida como mejor actriz de reparto, también le trajo el amor. En la grabación surgió su romance y los besos de la ficción traspasaron la pantalla. Juntos adquirieron esa vivienda. Una propiedad construida en 1956 que cuenta con todas las comodidades en una sola planta. Cuenta con tres dormitorios con baños en suite, un jardín de considerables proporciones, piscina exterior y otra climatizada dentro de la casa. Esta finca supera los 3 millones de euros y, aunque intentaron venderla en 2011 tras el nacimiento de su primer hijo, siempre fue un refugio para la pareja.

Las propiedades de Penélope Cruz

Tras la compra de esa primera propiedad junto a Javier Bardem empezaron a ampliar su patrimonio. Su adquisición con ubicación más romántica fue un chalet en Las Bahamas, lugar donde se dieron el sí quiero en 2010. En concreto en la isla privada de Johnny Depp. Tras el enlace se convirtió en su destino vacacional hasta que el mar Caribe les atrapó y optaron por comprar un alojamiento en Bougainvillea House con 371 metros cuadrados, siete dormitorios, nueve cuartos de baño, tres cocinas y comodidades como terraza, jardín, jacuzzi y acceso a una playa privada.

Otra de las viviendas con las que cuenta la pareja es un piso en la capital española. Madrid es el hogar de la nativa de Alcobendas, por lo que no podía faltar su hogar en su ciudad. Penélope y Javier escogieron una casa en pleno centro en la calle O’Donnell, en concreto en la sexta planta de un edificio con 350 metros cuadrados, fachada histórica y vistas al emblemático parque de El Retiro. Su valor asciende a los 2,5 millones de euros.

Junto a este apartamento de lujo, tienen otra casa a las afueras, entre Colmenar Viejo y San Agustín de Guadalix de la Sierra. Esta es su casa principal, ubicada en la urbanización Valdelagua. Tiene de todo: arquitectura de diseño, gimnasio, piscina, jardín y mucha privacidad. Una casa de estilo moderno donde se combinan la piedra, el mármol, la madera exótica y los metales. Unas propiedades que han hecho que el patrimonio de la pareja Bardem-Cruz ascienda a más de 10 millones de euros.